El secretario de Finanzas, Adrián Cosentino, partirá hoy de viaje rumbo a Tokio, donde se realizará la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, no formará parte de la comitiva, pues anoche se decidió que permanezca en Buenos Aires. Los que acompañarán a Cosentino serán los representantes argentinos ante el FMI, Sergio Chodos, y el BM, Guido Forcieri. La delegación llegará al encuentro, en medio de una renovada tensión con el FMI, tras las advertencias de la directora-gerente de la institución, Christine Lagarde, por la falta de avances en el diseño de un Indice de Precios al Consumidor (IPC) a nivel nacional, como se había comprometido la Argentina.

Lagarde alertó que el país tiene plazo hasta diciembre próximo para adecuar la calidad de sus estadísticas o de lo contrario el FMI le sacaría “tarjeta roja” a la Argentina. La presidenta Cristina Fernández rechazó esa presión y replicó que Argentina “es un país soberano que no aceptará amenazas ni presiones”.

“Debo decirle (a la titular del FMI, Christine Lagarde) que mi país no es un cuadro de fútbol, es una Nación soberana que toma soberanamente sus decisiones y que por lo tanto no va a ser sometida a ninguna presión ni mucho menos a ninguna amenaza”, refutó. En la Asamblea, el FMI difundirá mañana el Reporte Económico Mundial, con las principales proyecciones de crecimiento por país.

En los últimos años, el organismo aclara en ese informe que la cifra oficial de inflación de Argentina se ubica muy por debajo de las estimaciones de los analistas privados. De acuerdo con las proyecciones del Banco Mundial, dadas a conocer el miércoles último, la economía argentina crecerá este año en torno del 2 por ciento, cifra inferior al 3 por ciento en promedio que se espera para la región de América latina y el Caribe. Esa cifra es inferior a la pauta oficial de crecimiento económico prevista para este año en 3,4 por ciento, según contempla el proyecto de ley de Presupuesto 2013.