La variación del Indice de Precios al Consumidor (IPC) durante septiembre fue de 0,9 por ciento en comparación con el mes anterior, según indicó ayer el Indec. La inflación en lo que va del año ascendió al 7,8 por ciento y al 10,0 en los últimos doce meses. Los mayores aumentos del mes pasado se dieron en Atención médica (1,9 por ciento), Indumentaria (1,6), Equipamiento del hogar (1,1) y Alimentos (0,8). Por otro lado, la canasta básica de alimentos (CBA), con la que se mide la indigencia, tuvo un incremento de 1,23 por ciento y la canasta básica total (CBT), con la que se miden los niveles de pobreza, subió un 1,3 por ciento.

Los aumentos de precios en ambas canastas fueron mayores que el índice general, es decir que los incrementos afectaron más a los sectores de menores recursos, que destinan proporcionalmente mayor cantidad de sus ingresos a la compra de esos bienes y servicios. La CBA trepó 14,7 por ciento con relación a un año atrás, mientras la CBT escaló 15,6 por ciento en forma interanual.

Desde hace un mes, la oposición tomó estos valores para instalar la idea de que el Indec proponía que se podía comer por 6 o 13 pesos por día, según el tipo de canasta. Incluso, los caceroleros se aferraron a este dato para protestar. La directora del Indec, Ana María Edwin, explicó que “el costo de la canasta es un valor teórico que, a través de la aplicación de fórmulas estadísticas, divide la indigencia de la pobreza y está muy lejos de representar el consumo de los sectores medios de la población”.

En este sentido, la funcionaria aclaró que la metodología que se aplica para medir la pobreza fue establecida por Domingo Cavallo y que sólo toma el concepto de “insuficiencia de ingresos”. El Indec se encuentra trabajando en una nueva metodología, capaz de definir la indigencia y la pobreza a partir de una multiplicidad de factores y no sólo por el nivel de ingresos de la población. Edwin insistió en que el organismo no defiende el indicador actual, que viene de los ’90, sino que lo cuestiona y está trabajando en su reemplazo.

En cuanto al IPC, en el rubro alimentos las principales subas fueron para las verduras (2,7), frutas (2,6) y azúcar (1,6). Los aceites y grasas no tuvieron prácticamente movimiento (0,1) y las carnes, uno de los rubros que presenta mayor disparidad de precios según los cortes, registraron un incremento de 0,5 por ciento. Por producto, las principales subas fueron del ají (27,7), la cebolla (12,5) y la papa (10,2), mientras que la acelga, la lechuga y la zanahoria tuvieron bajas significativas (-18,7, -13,0 y -6,1, respectivamente).

La variación de precios de los bienes, que representan un 62 por ciento del IPC, tuvio un aumento en septiembre de 1,0 por ciento, mientras que los servicios, que representan un 38 por ciento del total, subieron 0,7 por ciento en relación con el mes anterior.