Después de casi dos años de caídas mensuales ininterrumpidas, las ventas físicas en supermercados parecieran haber detenido el descenso en el mes de abril pasado. La conclusión surge de la observación de los datos oficiales recogidos en la Encuesta de Supermercados que realiza el Indec, la que da cuenta de que, en términos desestacionalizados y a precios constantes, las ventas de abril resultaron similares a las de marzo. Cabe acotar que entre abril de 2001 y marzo de 2003 las ventas descendieron mes a mes, con la única excepción de enero de 2002 (en comparación con el caótico diciembre de 2001).
Pese a que la retracción en las ventas pareciera haber abierto el paracaídas en los últimos meses, los retrocesos acumulados en todo el período dejaron su secuela. El personal ocupado en las 71 cadenas relevadas por el Indec (11 de ellas consideradas grandes, por facturar más de 20 millones de pesos por mes) cayó en un 4,7 por ciento en los últimos doce meses: esto es, que dejó a 4484 personas fuera del sector. Las ventas a precios constantes cayeron entre abril de 2002 y abril de 2003 un 15,7 por ciento. Finalmente, la encuesta del Indec sobre supermercados no verifica hasta marzo pasado que los precios hayan detenido su comportamiento creciente: en ese mes se registraba un aumento respecto del mes anterior del 0,9 por ciento y en relación con doce meses atrás, del 55,5 por ciento. El aumento de precios en supermercados desde diciembre de 2001 a marzo de 2003 alcanza una proporción de casi 85 por ciento. Muy por debajo, sin embargo, de la variación del tipo de cambio en el mismo período.
La facturación a precios corrientes en abril en las cadenas relevadas llegó a 1322 millones de pesos, 7,8 por ciento menos que en marzo (abril tuvo menos días hábiles) y tan sólo 15,1 por ciento más que en abril de 2001. La dimensión de la crisis se hace más notable si se tiene en cuenta que ya durante 1996 las ventas mensuales promedio superaban los 1000 millones.
Con las cifras desagregadas hasta marzo, se observa que la evolución de las ventas es más favorable a las cadenas medianas que a las grandes. La facturación por rubro, a precios corrientes, muestra que con respecto al ya lejano 1997 sólo aumentaron las de Alimentos y bebidas y Artículos de limpieza y perfumería, en torno del 36/37 por ciento. Lo facturado en cadenas de supermercados por indumentaria, calzado y textiles para el hogar, al igual que por Electrónicos, fue en marzo inferior en un 23 por ciento a los valores promedio del año 1997.
No sólo la caída generalizada en el consumo –más acelerada hasta mediados del año pasado, atenuada en los meses recientes– afectó la venta de los supermercados. También se observa un corrimiento del público en favor de los almacenes de barrio, en particular para las compras de poco volumen.