La Anses otorgó más de 900 millones de pesos en créditos a jubilados y pensionados a través de la tarjeta Argenta. El plástico es una tarjeta de compra que se puede utilizar en comercios

adheridos. Forman parte del listado las principales cadenas de supermercados, tiendas de indumentaria, calzado, electrodomésticos, ópticas y farmacias en todo el país. Desde el lanzamiento de Argenta, en junio pasado, ya entregaron más de 150 mil tarjetas, según precisó ayer la Anses. También se puede acceder a pasajes de avión a crédito para viajar por Aerolíneas Argentinas.

Con la tarjeta que facilita el organismo –se gestiona en las oficinas del Correo Argentino– se puede acceder a préstamos que van desde los mil hasta los 10 mil pesos, a pagar en 12, 24 y 40 cuotas en pesos, sin gastos de mantenimiento. Las tasas de interés son fijas y van desde el 17 por ciento anual a 12 meses al 23 por ciento en 40 cuotas. El objetivo es que los jubilados y pensionados puedan acceder a tasas no usurarias en préstamos para adquirir productos determinados, ya que las mutuales y cooperativas llegaban a cobrar más del doble que Argenta.

Con el plástico sólo se pude consumir en comercios adheridos. El listado se va ampliando semana tras semana en todo el país. Ya figuran 891 negocios, desde las cadenas de supermercados más grandes hasta otras regionales o de localidad medias. También hay locales de otros rubros, también de primeras marcas y de firmas más chicas. Por otra parte, los jubilados y pensionados nacionales pueden utilizar Argenta para comprar pasajes por Aerolíneas Argentinas. Los interesados pueden acercarse a las oficinas de la empresa para solicitarlo y, luego de ser aprobado por el sistema de la Anses, retirar su pasaje en el momento.

La tarjeta la pueden obtener jubilados y pensionados hasta 89 años y deben gestionarla personalmente en las oficinas del Correo Argentino con DNI y el último recibo de haberes. El dinero se acredita en la tarjeta a las 48 horas hábiles de solicitarlo. La mayoría de los usuarios, el 37 por ciento, utilizó la tarjeta para comprar electrodomésticos; el 12 por ciento, indumentaria; el 10, productos de supermercados; otro 10 por ciento consumió en mueblerías, el 5 en calzados y otro 5 por ciento en construcción.