El Producto Interno Bruto (PIB) arrojó un alza de 1,9 por ciento en 2012. Las cifras divulgadas ayer por el Indec confirman la fuerte desaceleración experimentada el año pasado frente al crecimiento de 8,9 por ciento observado en 2011. La ralentización se explica fundamentalmente por una importante caída en la inversión, la construcción y el impacto de la crisis global sobre el sector externo. El consumo del sector público, a través de su política de ingresos, y la demanda privada de bienes fueron los dinamizadores de la actividad. La mayoría de los indicadores muestran una recuperación o una desaceleración de su caída en el último trimestre del año pasado.

El Gobierno proyecta una mejora en los niveles de crecimiento para 2013 a partir de la recuperación de los principales socios comerciales (fundamentalmente Brasil, que es el principal destino de las exportaciones de la industria automotriz nacional), el impacto de medidas como el programa de construcción de viviendas Pro.Cre.Ar, mayor obra pública en un año electoral y el sostenimiento de las políticas de ingresos –jubilaciones, Asignación Universal por Hijo y salario mínimo–, junto a la mayor cosecha esperada.

El año pasado la inversión bruta fija experimentó una caída de 4,9 por ciento frente al mismo período de 2011. Según explica el informe del organismo estadístico, la contracción se explica por la merma de 2,8 por ciento en la construcción y de 7,0 por ciento en los desembolsos para equipo durable de producción fundamentalmente en su componente nacional. La fuerte caída en la inversión estuvo amortiguada por políticas como la decisión del Banco Central de obligar al sistema bancario para que preste el equivalente al 5 por ciento de sus depósitos para financiar a tasa baja y mediano plazo proyectos productivos.

Los sectores productores de bienes cayeron 1,9 por ciento en 2012. Ese comportamiento estuvo impulsado por el agro, que registró un retroceso de 11,3 por ciento interanual, producto de la sequía, mientras que la industria manufacturera cedió 0,4 por ciento. Por su parte, los servicios mostraron un mejor dinamismo al crecer 4,2 por ciento en 2012 de la mano de la intermediación financiera y el transporte. El aporte de los Comercios y del rubro Hoteles y Restaurantes fue positivo pero significativamente inferior al observado en 2011.

El sector externo también reflejó la desaceleración económica interna a través de las menores importaciones así como el impacto de la crisis internacional y la sequía sobre las exportaciones. Las compras externas, un indicador estrechamente vinculado con el crecimiento económico, cayeron 5,2 por ciento, mientras que las ventas al exterior “sólo” crecieron 1,9 por ciento.