El cese de comercialización de granos y hacienda dispuesto por la Mesa de Enlace cumplió ayer su segunda jornada. Sus principales dirigentes advirtieron que la protesta continuará si no hay una respuesta del Gobierno a los reclamos del sector. Así se pronunciaron los presidentes de la Confederaciones Rurales Argentinas, Rubén Ferrero, y de Coninagro, Carlos Garetto, quienes justificaron la medida de fuerza, y reclamaron “previsibilidad” para el sector.

El cese de comercialización arrancó a la cero hora del sábado y culminará el miércoles a la medianoche, tras lo cual los máximos dirigentes de la Mesa de Enlace se reunirán el martes 25 para evaluar resultados de la protesta y definir los pasos a seguir.

Al respecto, el presidente de CRA, Rubén Ferrero, advirtió ayer que el plan de lucha del sector agropecuario continuará. “Estamos enmarcados en un plan de protesta y de lucha; de no tener respuestas, seguramente se estará continuando con este plan”, aseguró.

En declaraciones a Radio Mitre, Ferrero manifestó que “no tenemos dudas de que va a continuar este plan de lucha, de que vamos a continuar recorriendo el país, y solicitándole al Gobierno que tome las medidas necesarias o que realice los cambios necesarios que ya son urgentes, porque hay muchas producciones que están en una situación más que límite”.

Ferrero estimó que a partir de mañana o el miércoles el ingreso de hacienda al Mercado de Liniers “va a ser prácticamente nulo”. “Hay hacienda que tiene que haber salido antes del inicio de la protesta, vamos a estar chequeando los días martes y miércoles con la entrada. Yo estoy convencido de que a partir de esos días la entrada va a ser prácticamente nula, lo mismo está ocurriendo con el traslado de granos”, remarcó.

El directivo de CRA explicó que el cese de comercialización es “un eslabón más dentro de un plan de protesta” y alegó que el objetivo es “instalar la problemática del sector dentro de la agenda nacional, esperando que el Gobierno en algún momento entienda cuál es el verdadero problema del sector”. Al respecto afirmó que la pérdida de productividad en el sector triguero es “pura y exclusivamente causa de una política nefasta de intervención en el mercado de trigo”, y reclamó previsibilidad.

“Lo que necesita la Argentina en todos los niveles es previsibilidad; en un sector tan dinámico como es el sector agropecuario, con una inversión tan grande como tiene, la previsibilidad es fundamental y es lo que está faltando en la Argentina en los últimos años”, lamentó.

En igual sintonía, el presidente de Coninagro, Carlos Garetto, desestimó ayer que por el paro agropecuario el Gobierno vaya a cambiar su estrategia con el sector, pero justificó que la medida de fuerza busca advertir en la sociedad que “el campo no está bien”. “No, para nada (va a cambiar la estrategia del Gobierno), pero fundamentalmente creemos que hay que instalar el tema como una señal, como una advertencia fuerte de que el campo no está bien”, fundamentó.

Garetto planteó que “hay que hacer un mix de correcciones que realmente le devuelvan previsibilidad y sustentabilidad a la producción, con reglas de juego claras y de largo plazo”. En diálogo con Radio Diez, el dirigente aseguró que “los pequeños y medianos productores no están bien, se ven realmente muy afectados por esta política, han perdido rentabilidad, competitividad, está en riesgo la continuidad de su actividad, especialmente en el interior del país”.

“Desde la dirigencia asumimos la responsabilidad de transmitir esto, de hacerlo conocer en función del mandato de los productores, y las respuestas sin dudas tienen que estar en el ámbito gubernamental que hoy tiene la responsabilidad política e institucional de conducir el Estado”, expresó el ruralista oriundo de Leones. Garetto anheló que “ojalá esto desemboque en un espacio donde se pueda dialogar, donde se pueda consensuar, en definitiva donde haya soluciones”.

Consultado sobre el problema más agudo del campo, dijo que se necesita “un conjunto de normativas que definan una nueva política agropecuaria”. Al respecto sostuvo que los ejes son: “La formación de los precios, que es la política comercial. Si realmente no logra articularse con los valores internacionales y que llegue al bolsillo del productor, deja de ser un incentivo”.

“Por el lado de los gastos, han crecido significativamente los costos de producción, consecuencia del aumento confiscatorio de los impuestos”, explicó, al tiempo que remarcó el “diferencial” de precios que hay en la cadena de comercialización entre lo que recibe el productor y lo que se paga en la góndola del supermercado. Asimismo resaltó que, por la política cambiaria, las producciones “que tienen un fuerte componente de exportación han perdido competitividad”. Por eso insistió en la necesidad de impulsar “políticas de Estado que realmente incentiven a la inversión y a la incorporación de tecnología; eso genera más empleo, y el empleo con el salario digno es la mejor forma de distribuir el ingreso”.