El dólar se apreció ayer un centavo a 5,35 pesos, con lo que el ritmo de suba para los últimos doce meses se ubica en 18,6 por ciento. Por el contrario, para las operaciones que se concretan en el segmento informal volvió a registrarse una retracción en el precio pedido en las cuevas a 7,90 pesos, lejos de los 10,45 con que llegó a negociarse en mayo último. En el mayorista, el Banco Central intervino con compras por unos 20 millones de dólares, pero, debido al pago de compromisos, las reservas cerraron sin cambios respecto del día anterior en 38.348 millones de dólares. En Brasil, el real, divisa clave para la economía argentina por la magnitud del intercambio comercial entre ambos países, cayó 2,2 por ciento a 2,229 unidades por dólar.

En las últimas semanas se intensificó la intervención oficial en distintos canales de formación de activos externos con el objetivo de quitarle presión al dólar blue. Por un lado, la AFIP incrementó los controles en la city porteña, lo que llevó a las cuevas a reducir la oferta. La caída en el precio del paralelo desestimuló la demanda e incluso hubo quienes vendieron ante la posibilidad de que se acentúe esta baja. También se registraron ventas de títulos públicos en dólares por parte de la Anses y de empresas que utilizaron la operatoria de contado con liquidación en el ingreso de divisas al país para necesidades puntuales de inversión.

Las operaciones de contado con liquidación implican la compra de un bono o acción en el mercado local y su venta en el exterior, mientras que las divisas obtenidas de esa liquidación se depositan en cuentas en el extranjero. El caso inverso se utiliza para el ingreso de dólares. Ambas operaciones permiten sortear los controles a la compra de moneda extranjera. La intervención oficial en este mercado hizo descender el precio del contado con liqui, que ayer se ubicó en 7,85 pesos. La alternativa de hacerse de dólares a un precio más barato impactó en el chiquitaje, arrastrando el precio que se pide en las cuevas. También favoreció este descenso el posible impacto que tendría la emisión de los Certificados de Depósito de Inversión (Cedin) que comienza el 1º de julio próximo.

El resultado fue un descenso en el blue de 24,4 por ciento respecto del tope de 10,45 pesos que llegó a pedirse en la primera semana de mayo, plena especulación cambiaria. En este caso, también influyó que se acelerara el ritmo de apreciación de la cotización oficial. El retraso cambiario es una de las excusas que analistas de establishment invocan al defender la demanda especulativa en el paralelo. En lo que va del mes, el dólar se apreció 1,3 por ciento respecto de los 5,28 con que cerró en mayo. En el año acumula una suba de 8,7 por ciento –en diciembre último cotizaba en 4,92 pesos– y en el cotejo interanual, el ajuste es de 18,6 por ciento, respecto de los 4,51 de entonces.