“Ya hay panaderías que están cumpliendo el acuerdo de vender el kilo de pan a 10 pesos y para el jueves ese valor debe regir en todos los comercios”, señaló ayer el presidente del Centro de Panaderos de Buenos Aires, José Alvarez. También los supermercados prometieron que desde hoy venderán el pan a 10 pesos, luego de acordar el lanzamiento de esa oferta con la Secretaría de Comercio Interior. El precio acordado del pan responde al alza que mostró en las últimas semanas a causa de la escasez de oferta de trigo, que impactó sobre el precio de la harina. A partir de la Ley de Abastecimiento que aplicó el Gobierno la semana pasada, la situación en el mercado triguero se distendió un poco, aunque los valores de venta del cereal siguen por encima del precio internacional. El precio del trigo en el mercado interno llegó a los 500 dólares la tonelada en la última semana de junio, mientras que en la Bolsa de Chicago, que define el precio internacional, cotizaba 250 dólares. La enorme brecha motivó la intervención oficial en el mercado a través de la Ley de Abastecimiento, que permite decomisar el trigo stockeado para forzar la venta a los molinos. El viernes, después de la medida de la Secretaría de Comercio Interior, el precio bajó hasta los 385 dólares y ayer cerró en 398 dólares. Es una baja del 18 por ciento frente a los precios máximos, aunque todavía está lejos del valor internacional. La harina cayó de 250 pesos a un rango de entre 190 a 210 pesos. Por otra parte, los molinos acordaron con las panaderías vender el 10 por ciento de la harina a un precio de 150 pesos la bolsa de 50 kilos, para que se ofrezcan el pan tipo felipe a 10 pesos el kilo. “A medida que el panadero va recibiendo la harina más barata, tiene que ir bajando el precio, sino no van a recibir más harina”, dijo Alvarez. Según un relevamiento de la entidad, el kilo de pan ya se está vendiendo a 10 pesos en los barrios de La Boca, San Cristóbal, Parque Patricios, y Belgrano. “Para el jueves también acompañarán los supermercados y eso me parece fantástico porque a aquel que especula no le va a quedar otra que bajar el precio, si no no le va a vender a nadie”, apuntó Alvarez. Por otro lado, hoy las multinacionales exportadoras deberán informar cuál es el stock de trigo que poseen, con documentación respaldatoria. Esas operaciones se realizaron porque los exportadores adquirieron a comienzos de año cinco millones de toneladas para vender al exterior, pero luego ese cupo se redujo a tres millones. La diferencia deben volcarla al consumo local.