“Salvo los oficialistas, todos van a visitar la exposición porque ven en el campo una solución, una herramienta de desarrollo para generar riquezas. Todos están esperando si son poder o gobierno en dos años, para restablecer la relación con el sector. El faltazo del oficialismo es una afrenta a los productores.” Estas palabras fueron pronunciadas por Luis María Etchevehere, titular de la Sociedad Rural, como antesala de lo que será hoy el tradicional corte de cinta en el predio de La Rural, junto a Mauricio Macri, jefe de Gobierno porteño, y otros dirigentes de la oposición. El dirigente de la SRA, como el resto de los integrantes de la Mesa de Enlace, viene repitiendo desde hace cinco años el mismo latiguillo: “El campo no da para más”. Casualmente, ayer se cumplió un lustro de la larga madrugada del voto no positivo de Julio Cleto Cobos, que clausuró el debate por las retenciones móviles. A cinco años de aquel episodio, la cosecha 2012-2013 alcanzó un record histórico, con 105 millones de toneladas, donde se destacaron el maíz, la soja y la cebada. Rápido de reflejos, el ruralista del PRO Jorge Srodek recalcó que el resultado de la actual campaña fue solamente gracias al “esfuerzo de los productores”. ¿Será así? Según un informe de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche, la rentabilidad para los productores-propietarios de tierras se incrementó desde la salida de la convertibilidad hasta la actualidad en un 223 por ciento, mientras que para los arrendatarios los beneficios tuvieron una suba del 690 por ciento. Probablemente, el discurso de Etchevehere no abunde en estos datos. Tampoco elogiará la mayor participación de las cooperativas en la comercialización de granos en detrimento de las multinacionales.

“El Gobierno tendría que sacar una lección de lo que ocurrió con la harina. La Mesa de Enlace no planteó una discusión sobre la cosecha del trigo sino sobre el rol del Estado. Y esto tiene que ver con los cuatro millones de toneladas otorgadas a las cooperativas para su comercialización. Como una forma de presión, las multinacionales escondieron el trigo y la Mesa de Enlace lo sabe”, aseveró a Página/12 Pedro Peretti, director de la Federación Agraria y ex mano derecha de Eduardo Buzzi.

Durante el último lockout patronal, la Mesa de Enlace –SRA, Federación Agraria, CRA y Coninagro– reclamó la eliminación total de las retenciones, su viejo anhelo desde aquella madrugada de 2008. Para justificar este reclamo, sostuvo que la presión tributaria para el sector es una de las más fuertes de la región.

Un trabajo realizado por Ernesto Mattos (Cemop), titulado “Las corporaciones agrarias y la presión tributaria”, analizó la situación de la zona núcleo de la provincia de Buenos Aires, puntualmente sobre el Inmobiliario Rural. “Mientras el sector agropecuario que se vincula a la producción de soja para exportación sólo aporta a la recaudación un 11 por ciento (2012), por utilizar la tierra sólo aportaron un 3,25 por ciento en relación con la recaudación total de impuestos”, indicó Mattos.

Durante el debate por el Inmobiliario Rural, Hugo Biolcati, ex titular de la SRA, había dicho que ese impuesto era “peor que la 125”. Además de esa frase, el empresario había arengado a un grupo de productores para ingresar por la fuerza a la Legislatura provincial. “La imagen de la Mesa de Enlace está en su peor momento. No pudieron sostener más de cinco días un paro (lockout). Y muchos de sus dirigentes tuvieron que abandonar sus pretensiones de ser candidatos en las próximas elecciones legislativas”, señaló a este diario un dirigente que todavía mantiene un acercamiento con las entidades de la Mesa de Enlace.

A pesar de todos los pronósticos sombríos de las cuatro entidades, nuevamente hubo una cosecha record: 105,4 millones de toneladas. El maíz alcanzó los 32,1 millones de toneladas, la soja los 49,4 millones y la cebada 5,2 millones. El peor rendimiento fue para el trigo, que sufrió las consecuencias de las inclemencias climáticas. Desde hace un año y medio, el Gobierno apoyó la creación de una nueva cámara de empresas exportadoras con el objetivo de darles mayor participación a las cooperativas en detrimento de las multinacionales. La puja por el trigo de los últimos días se inscribe dentro de este incipiente reacomodamiento del sector.

Con el discurso de la Mesa de Enlace centrado en “el campo no da para más” se anula cualquier posibilidad de debate. Por ejemplo, el informe de la Cátedra Nacional de Economía Arturo Jauretche, escrito por Nicolás Zeolla, reconoce que una de las principales discusiones hacia el interior del sector debería girar sobre los costos de los alquileres y no sobre la competitividad del tipo de cambio vía devaluación o eliminación total de retenciones. Esta es una de las renuncias más palpables de la actual conducción de la Federación Agraria, quien privilegió su alianza con la Sociedad Rural y el constante reclamo por la eliminación total de los derechos de exportación, a discutir, verdaderamente, una nueva ley de arrendamientos.

Este reclamo de eliminación total de retenciones también atenta contra las economías de las provincias y el manejo federal de los recursos tributarios, algo que suele desvelar a la oposición. Según un trabajo elaborado por economistas de la Gran Makro, si se hubieran eliminado las retenciones a la soja, la provincia de Buenos Aires se habría privado de recibir 1159 millones de pesos en concepto del Fondo Federal Solidario entre 2009 y 2012.

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