Jueves, 18 de julio de 2013 | Hoy
Nicolás Zeolla *
“El agro no perdió rentabilidad, pese a que aumentaron fuerte los costos desde 2008. Claro que la situación no es la misma para un productor de soja del norte de la provincia de Buenos Aires que para un pequeño productor de cultivos de tierras marginales. Las productividades y los costos son diferentes. En el caso de esos productores chicos de alimentos para el mercado interno son necesarias políticas específicas. Pero hace falta entender que el reclamo que hace la Mesa de Enlace no es la voz que representa a todo el sector agropecuario. Los hombres de La Rural reclaman por un tipo de cambio alto, una devaluación, pero no dicen nada del costo de los arrendamientos que cobran. Hubo un fuerte incremento de los alquileres de la tierra que tiene un duro impacto sobre los agricultores de menor tamaño. Además, tampoco mencionan nada del efecto negativo que tiene devaluar sobre el costo en dólares de los insumos del sector, como fertilizantes o combustible.”
* Economista cátedra Jauretche.
Alejando Fiorito *
“El llanto del campo es por el tipo de cambio. Dicen que los costos en dólares de producir en Argentina son altos y reducen la rentabilidad. Pero es necesario entender que no existe un único tipo de cambio. Dentro del sector agropecuario cada productor tiene una realidad distinta. No es lo mismo producir en zonas de alta productividad como La Pampa que en tierras de menor rendimiento al norte del país. Entonces es clave aplicar herramientas de compensación para que cada uno exporte en función de sus costos. Un costo que también requiere conocer la ganancia de cada bloque. El problema argentino es que siempre se piensa en una única variable: el tipo de cambio. Sin embargo, esa devaluación del dólar que pide el campo tiene consecuencias desastrosas para la economía. No es que va a permitir aumentar las exportaciones, sino que va a impactar sobre los salarios y el consumo del mercado interno. El crecimiento tiene que ver con la demanda y con las divisas para cubrir importaciones.”
* Economista Grupo Luján.
Marina Dal Poggetto *
“En promedio, la rentabilidad del campo sigue estando. Pero ese promedio esconde ciertas particularidades. Por caso, la lógica del negocio de doble piso (o sea de arrendamiento de pooles de siembra) empieza a perder peso porque se achicó la rentabilidad. Hubo algunos jugadores que ya salieron del mercado. En cambio, la agricultura de propietarios es indiscutible que continúa dando ganancias. Después está el caso de algunos cultivos como el trigo. A partir de la implementación de cupos, hubo un fuerte desincentivo para la producción por la caída del precio local. Recién ahora comienza a revertirse esa cuestión. En tanto, las economías regionales se encuentran con ciertos problemas de rentabilidad. Por ejemplo, la oliva, la vitivinicultura o algunas frutas. Esos segmentos fueron los más beneficiados por el dólar alto en los primeros años de la posconvertibilidad, pero ahora evidencian limitaciones para crecer. Estos productores que invirtieron mucho para ganar mercados de exportación y generan valor agregado resultan ahora los más perjudicados.”
* Directora Estudio Bein.
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