El dólar al público se incrementó ayer un centavo a 5,50 pesos y acelera su ritmo de apreciación para ubicarse en un promedio anualizado de casi 25 por ciento. En lo que va del año lleva ganado 11,7 por ciento y cuando sólo falta la rueda de hoy para concluir el mes ya acumula una apreciación del 2 por ciento. Si se lo compara con igual fecha del año pasado, cuando cotizaba en 4,92 pesos, la suba es del 19,8 por ciento. Este reacomodamiento nominal de la divisa, apuntalada por la intervención del Banco Central, permite mantener la competitividad frente a las principales monedas de referencia, como el real brasileño. Según el último relevamiento del Central, el peso registró durante el primer semestre una depreciación de 9,2 por ciento frente al dólar, de 9,8 contra el euro y de 4,3 ante el real. En el segmento informal el dólar blue se mantuvo en las cuevas a 8,53 pesos.

En un contexto de escasa liquidación de divisas de parte de exportadores de granos y ante un volumen reducido de negocios, el Central busca acompañar y suavizar el movimiento del tipo de cambio en sintonía con lo que sucede con las monedas de los principales socios comerciales. En julio el Central intervino para evitar bruscas oscilaciones, pero permitió que se acelerase el ritmo de apreciación de la divisa, al 2 por ciento (11 centavos), la mayor alza mensual del año. Con una adquisición diaria de 10 millones de dólares en promedio, el Banco Central alcanzó, un día antes del cierre del mes, un stock de reservas internacionales de 37.121 millones de dólares.

Esa política que lleva adelante la autoridad monetaria permite compensar la suba de precios interna, superior a la que se registra en otras economías de la región. Según el último informe de tipo de cambio multilateral, “la ventaja competitiva del peso en comparación con esas divisas se mantiene, pese a que el Indice de Tipo de Cambio Nominal Multilateral (Itcnm) se apreció 0,8 por ciento durante junio pasado”, dice el relevamiento oficial. En términos generales, el mes pasado se evidenció una depreciación nominal del peso respecto de las monedas de Estados Unidos, de China, de la Eurozona y del resto de los países europeos, y una apreciación nominal en relación con Brasil.

La depreciación de la moneda local implica mayor competitividad para los productos locales en mercados externos, a la vez que encarece relativamente los bienes importados. Al deflactar el Itcnm con el índice de precios minoristas, “el Central constata que el peso experimentó una apreciación promedio de 1,2 por ciento durante junio”, agrega. No obstante, en el acumulado anual se mantiene la depreciación ante el euro, el dólar y el real.

En la Bolsa porteña, las acciones líderes retrocedieron 1,4 por ciento en una rueda en la que primaron las pérdidas por parte de los papeles de empresas vinculadas con el petróleo. La excepción fueron las acciones de Tenaris. Dentro del panel MerVal, que negoció 35 millones de pesos en acciones, sobresalieron las caídas de Petrobras (4,4 por ciento) e YPF (2,7). Las alzas de Tenaris (1,8 por ciento) y Comercial del Plata (2,3) no alcanzaron, dado su peso en el indicador, a compensar el lastre de las petroleras. Las acciones de YPF son las de mayor ponderación en el indicador. El MerVal acumula en julio una ganancia de 12,1 por ciento y de 16,9 por ciento en el año. La merma para los activos locales también alcanzó a la soja, principal producto de exportación, que en el Mercado de Chicago cedió 1,2 por ciento a 496,05 dólares por tonelada para la posición agosto 2013.