La distribución de netbooks entre estudiantes de nivel medio de escuelas públicas está por llegar a la meta. En los próximos dos meses el 99 por ciento de los alumnos tendrá su computadora portátil y antes de fin de año la totalidad del universo quedaría alcanzado. El plan Conectar Igualdad se lanzó a principios de abril de 2010 y se propuso entregar tres millones de máquinas antes de fines de 2013. El último dato oficial es del 2 de agosto pasado. Para entonces ya se había superado aquel número estimativo inicial, con 3.170.559 beneficiarios, entre estudiantes y docentes. Los envíos se vienen acelerando desde marzo, cuando llegaron a los colegios 53.187 netbooks. En abril fueron 140 mil; en mayo, 237 mil; en junio, 232 mil, y en julio, 202 mil. El Estado tiene stock para completar la tarea antes de la finalización del ciclo lectivo.

El plan Conectar Igualdad empezó hace tres años como extensión de un programa previo del Ministerio de Educación destinado sólo a escuelas técnicas. La ampliación persiguió distintos objetivos: una revalorización de la escuela pública y la intención de cerrar la brecha digital interna y externa. Es decir, entre un alumno de clase media de Buenos Aires y otro de un pueblo rural del interior del país y entre un estudiante argentino y otro de Francia o Nueva Zelanda. Lo que se busca es igualar oportunidades a través de la enseñanza, con el Estado como su principal promotor.

Antes que el gobierno nacional, la provincia de San Luis había avanzado con su propio programa de entrega de netbooks, y después se sumó la ciudad de Buenos Aires, en ambos casos para alumnos de primaria. Con el tiempo, otros distritos a lo largo del país fueron repitiendo la experiencia. A nivel internacional, el precedente más relevante fue el plan Ceibal, de Uruguay. Desde esa base, el Plan Conectar Igualdad tiene particularidades que lo distinguen. La primera es la masividad. Mientras el Ceibal llegó a cerca de 500 mil estudiantes, el Conectar rozará los 3,5 millones. En rigor, se trata del programa de distribución más grande del mundo, superando al de Portugal, que era el anterior, con 700 mil beneficiarios.

Otro punto alto es la calidad de los equipos y su software, al punto de que el gobierno uruguayo pidió colaboración al argentino para mejorar su plan con esos contenidos. Por ejemplo, las computadoras tienen simuladores de física y química, programas de matemática, programas de diseño de mapas y gestión de proyectos, diccionarios de español, de inglés-español, de sinónimos y antónimos, un soft de ajedrez, libros de autores universales, latinoamericanos y argentinos, entre muchos otros elementos. Los alumnos llevan las computadoras a sus casas y las conservan definitivamente al terminar la secundaria. Pero para ello es obligatorio que completen todas las materias.

La página de Internet de la Anses, que administra el plan, tiene un link a la página de Conectar Igualdad. Allí se despliega un amplio contenido con aplicaciones y software que los estudiantes pueden aprovechar e información de una gran variedad de cursos, actividades, información y elementos de recreación. Por ejemplo, un link sirve para consultar el lugar de votación para las elecciones de mañana, otro explica que las familias pueden realizar más de mil trámites públicos con la computadora, mediante una web especialmente preparada por la Jefatura de Gabinete, hay una guía de bibliotecas digitales, herramientas para escanear sin escaner, un curso por Internet para aprender nociones básicas de albañilería, otro curso audiovisual de peluquería “al alcance de todos desde las netbooks”, capacitación en tecnología satelital para docentes y muchas opciones más. La oferta se distribuye en 75 páginas, a razón de 10 consejos, ofertas y contactos cada una.

El programa cuenta con un soporte para servicio técnico. En la actualidad hay 71.755 máquinas en reparación, sobre más de 3,1 millones de netbooks en servicio. Por otra parte, el programa ayuda a la promoción de la industria nacional, ya que la totalidad de las computadoras son ensambladas o tienen componentes locales. Y la elaboración de los contenidos es esencialmente local.