La Cámara de Industriales Fundidores y el Grupo de Productores Autopartistas abogaron para que las terminales automotrices alcanzaran un nivel de integración de partes nacionales del 33 por ciento neto de importación (descontando el contenido importado en la fabricación de piezas). Según un estudio realizado por ambas instituciones, de esta manera podría mejorarse la balanza comercial, que actualmente presenta un déficit de más de 9000 millones de dólares en autopartes. “Es un mandato para el país dar vuelta este déficit. Entonces pedimos que se les exija a las automotrices un mayor nivel de integración nacional. De alcanzar el porcentaje solicitado, podríamos reducir el déficit entre un 40 y 50 por ciento”, afirmó a Página/12 Daniel Ferreyra, presidente de la Cámara de Industriales Fundidores de la República Argentina (Cifra).

Actualmente, la mayoría de las piezas que se consideran autopartes contienen componentes importados que terminan incidiendo en el déficit de la balanza. Por eso el reclamo apunta a mejorar los indicadores de integración nacional en un 33 por ciento neto de importaciones, lo que representaría un 50 por ciento del total de autopartes utilizadas por la industria terminal.

“Lo que estamos pidiendo se inscribe en el marco de las políticas de sustitución de importaciones llevadas adelante por el Ministerio de Industria. En los próximos días vamos a presentar un trabajo donde solicitaremos esta mejora. También pedimos un reembolso de las retenciones que pagamos por las exportaciones, según el valor agregado de cada pieza”, agregó Pereyra.

Por su parte, el presidente del Grupo de Productores Autopartistas (PROA), Julio Cordero, manifestó que “los países que cuentan con una industria automotriz fuerte suelen acompañar ese crecimiento con el nivel de producción de autopartes”. “Si el escenario sigue como el actual, continuará estancada la producción de autopartes nacionales”, agregó Cordero.

En términos de origen, las importaciones de autopartes provienen de Brasil (40 por ciento), seguido por China (11,5), Alemania (8,0), Japón (6,0) y Francia (5,2). En el primer semestre del año, el déficit en el rubro fue de 4463 millones de dólares, a partir de la compra de piezas del sistema de transmisión, motor, componentes eléctricos y equipamiento interior. Por otro lado, se exportaron componentes de transmisión, carrocería y sus partes y piezas del motor.

La producción de autos creció en 2012 un 28 por ciento, en comparación con 2008, mientras que el déficit comercial autopartista lo hizo en un 54,3 por ciento. La problemática de fondo es la herencia de la desregulación de la década del ‘90, junto a la limitada inserción internacional de los autopartistas locales.