La Zona Euro confirmó ayer la decisión de incrementar hasta un 24,6 por ciento el arancel para la importación de biodiésel argentino. La iniciativa, que también se aplicará para los fabricantes de Indonesia, empezará a regir en la última semana de noviembre y se prolongará por los próximos cinco años. “La medida es absolutamente arbitraria, perjudica a la industria aceitera nacional y, además, hará que los europeos paguen más caro el gasoil”, dijo Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biodiésel (Carbio). Desde Cancillería se presentaría el 28 de este mes un comunicado formal ante la OMC para iniciar acciones legales contra las regulaciones europeas.

La Unión Europea decidió incrementar los aranceles de importación para el biocombustible argentino tras un estudio donde se acusó a las empresas nacionales de exportar a precios predatorios. Para los fabricantes locales, la medida esconde una política de proteccionismo desleal y no es justificada.

El mercado de biodiésel es relativamente nuevo, con plantas que se han desarrollado en los últimos años en base a las ventas al exterior. En 2012, las exportaciones del sector alcanzaron a 1800 millones de dólares, de los cuales 1500 millones fueron al mercado europeo. En 2013, por el inicio de los conflictos comerciales, las exportaciones a Europa retrocedieron a 500 millones de dólares y la perspectiva para el año que viene, si la situación no se modifica, sería que los despachos caigan a cifras poco significativas. “Sería una crisis que haría desaparecer gran parte del sector”, dijeron en Carbio.