El presidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, encabezó ayer su primera reunión de directorio, en donde se analizaron temas que estaban en agenda y se interiorizó allí de cuestiones formales e informales del funcionamiento del organismo. También marcó sus tiempos. “Mi metodología es llegar muy temprano y quedarme hasta muy tarde y tener el mayor contacto con todas las líneas de trabajo”, les dijo. En un encuentro previo con subgerentes y gerentes, adelantó que respetará “la línea histórica del organismo”, lo que despeja la posibilidad de cambios de nombres en esas áreas. No obstante, aprovechará los cinco puestos que todavía se encuentran vacantes en el directorio para colocar gente cercana. También habrá un cambio en la gerencia general, que dejaría Matías Kulfas. El pliego para la designación de Fábrega ya se encuentra en el Senado de la Nación, informó la Comisión de Acuerdos. La jornada mostró otra fuerte caída de reservas, de 244 millones de dólares, hasta 31.656 millones, y el dólar cerró en 6,06 pesos.

El bagaje de haberse convertido en un funcionario de carrera en el Banco Nación –pasó de auxiliar de sucursal a presidente– signará la conducción de Fábrega en su nuevo puesto de presidente de la autoridad monetaria. Según dejó trascender en reuniones con el directorio y la gerencia general, se apoyará en empleados históricos del banco. “Es la primera reunión y todavía se está acomodando e interiorizando en el funcionamiento del directorio”, señaló un colaborador. Si bien no se dieron precisiones sobre el contenido del encuentro, pudo saberse que Fábrega realizó un diagnóstico claro de la situación y de los pasos a seguir, aunque la decisión provendrá “de la troika Capitanich-Kicillof-Fábrega”, explicaron en referencia a un trabajo conjunto con el jefe de Gabinete y el ministro de Economía. “Tiene un claro diagnóstico de los problemas y de cómo enfrentarlos”, aseguró a este diario el vicepresidente del Central, Miguel Angel Pesce.

De esas líneas históricas provendría también el reemplazo de Kulfas, que se desempeña como gerente general del BCRA y llegó de la mano de la ex titular Mercedes Marcó del Pont. Uno de los nombres para reemplazarlo es Juan Basco, funcionario de línea, quien está a cargo de la Mesa de Operaciones, un puesto clave en el manejo de la compra y venta de divisas, con la que maneja el valor del dólar. También efectúa licitaciones semanales de letras y notas y operaciones con títulos públicos en el mercado secundario. Si bien los medios lo dan como número puesto, en el entorno de Fábrega descartan que sea el elegido y apuntan a Juan Isi, subgerente general del banco. En los últimos días, Isi fue quien estuvo detrás del pedido de información sobre las veinte exportadores de cereales más grandes para que se adecuen a los límites que corren para financiarse con el sistema bancario local en pesos.

Las exportadoras, que retrasan la liquidación de sus ventas, son uno de los principales problemas que enfrenta el Central para recomponer reservas en un contexto de fuerte salida de dólares por el pago de deuda e importaciones de energía. Pese a los acuerdos del sector con el Gobierno, la liquidación se redujo en un 60 por ciento en la última semana respecto de igual período previo. La menor liquidación, sumada a la demanda de importadores y bancos, obligó al Central a vender a un ritmo diario de 175 millones de dólares. Las acciones líderes avanzaron 0,6 por ciento y los títulos públicos registraron mejoras de hasta 2,8 por ciento, como el caso del bono Discount.