ECONOMíA
› OTRO 17 DE OCTUBRE, IMAGINADO POR UNA CONSULTORA
Braden o Perón, FMI o K.
› Por Julio Nudler
“Si no hay acuerdo (con el FMI), (Kirchner) le echará la culpa al Fondo, al imperialismo, a acreedores que quieren cobrar a costa de los necesitados, etc. Los piqueteros ganarán la calle en su apoyo y él tendrá su propio 17 de Octubre”, imaginaba la consultora LatinSource en un informe redactado en inglés y enviado a sus clientes el martes 2. Sin ahorrar crudeza, el texto indica que para este gobierno “las reformas estructurales son lo que esa palabra de cuatro letras”. No queda más remedio que deducir que alude a “shit”, mierda. LatinSource, que tiene sede en Nueva York, cuenta como filial argentina con MacroVision Consulting, de los economistas Guillermo Mondino, Esteban Fernández Medrano y Luciano Laspina. Estos se hacen eco de “la firme impresión existente de que Mr. Lavagna está disfrutando de sus últimas semanas como ministro”. No agregan ningún otro dato al respecto.
El toque irónico que deslizan con eso de “disfrutar” se vincula al estilo negociador del presidente Kirchner, “que frecuentemente trastorna a sus propios negociadores, al no convalidar los acuerdos tentativos que alcanzan”. También a Lavagna le habría tocado quedar en una posición desairada. La idea de estos consultores es que Kirchner no le va a aflojar al Fondo, manteniéndose fiel a su estilo de discutir hasta el último minuto, para sacar ventaja de la desesperación de su contraparte. Quienes padecieron su estilo negociador reconocerían, al menos, que cuando Kirchner finalmente firma, cumple lo acordado.
Los redactores del informe privado sitúan a Alemania, y detrás de ésta a Italia, Francia e incluso España, como el mayor escollo para la Argentina al presionar sobre el FMI para que mantenga una posición dura. Esos gobiernos europeos actúan así en nombre de sus empresarios (que manejan privatizadas en la Argentina) y de los bonistas, que reclaman más ajuste fiscal y trato igualitario para todos los acreedores (obviamente dos pretensiones bastante quiméricas). Pero la presión debería ir cediendo a medida que se acerca la hora decisiva, porque nada habrá peor para los acreedores que un país descalabrado por no haber arreglado con el Fondo. “Es difícil imaginar –apuntan los tres analistas– que una desavenencia por un punto del Producto Bruto de esfuerzo fiscal lleve al G-7 a dejar colgado a Mr. Kirchner.”
Para LatinSource, las dificultades son menos técnicas que políticas. Ante la irreductible posición argentina, “la comunidad internacional podría percibir un acuerdo mediocre y apresurado como un nuevo signo de debilidad de los organismos financieros internacionales y del G-7, por miedo al default”, recordando cuánto dañó a la reputación del Fondo (?) el haber firmado con la Argentina en enero último, horas antes de que el país cayera en impago con los multilaterales.
La cuestión sería aún más grave ahora porque el país tiene cómo pagar. Para demostrarlo, LatinSource detalla en un cuadro los recursos disponibles, que suman exactamente los casi 2.900 millones de dólares necesarios. En miles de millones de pesos, la cuenta suma, en primer lugar, 10,1 como la asistencia total que el BCRA puede acordar al Tesoro según la nueva Carta Orgánica del instituto emisor. Como ya se utilizaron 5,4 quedan 4,7. A este dinero se le suma 1,9 que el gobierno posee en su cuenta en el Central y otros 2,0 que tiene (según estimaciones) en el Nación (la llamada Cuenta Unica). Total: 8.600 millones de pesos, ó 2.900 millones de dólares. Obviamente, implicaría usar hasta el último centavo.
Con todo, los autores del informe veían el martes como lo más probable que la Argentina incurriera en un default provisorio, quizá parcial, con los organismos. “Una vez que ese default sea un hecho consumado -imaginaban–, el Fondo endurecerá su línea y Kirchner perderá parte de su poder de negociación. Pero de todas formas se materializaría un acuerdo en un futuro no distante.” Ese futuro se mediría en semanas. “Posiblemente se trate de un acuerdo mediocre y corto”, sugiere la consultora, que rematacitando a un experto en estas lides: “Habrá acuerdo. ¿Cómo podría no haberlo?”.