ECONOMíA
› LAVAGNA PRESENTA EN DUBAI SU PLAN DE PAGO DE LA DEUDA EN DEFAULT, CON QUITA DE CAPITAL
Hoy Argentina informará cuánto dejará de pagar
La propuesta centró las expectativas en la Asamblea Anual del FMI y el Banco Mundial. Descuentan un rechazo inicial de los acreedores, pero pondrá en marcha una durísima negociación. Tras el acuerdo con el Fondo, Argentina enfrenta otra instancia para definir una nueva relación con el capital financiero.
Hoy es el día. Puede ser un gran día, por la trascendencia periodística del acuerdo de cancelación que Argentina proponga a los acreedores de la deuda en default, por la reacción que la propuesta provoque en éstos o, simplemente, porque quede en la historia económica como la jornada en que un país puso sobre la mesa la única solución posible para afrontar una deuda de dimensiones como la argentina: el no pago, si no total, al menos parcial, por vía de la quita. Este último será el eje de la propuesta que hoy presentará a los acreedores el ministro de Economía, Roberto Lavagna, en Dubai, apenas 48 horas después de aprobado el acuerdo de refinanciación por tres años de la deuda con el FMI y otros organismos internacionales.
Cuando den las 16 horas en Dubai, Emiratos Arabes Unidos –9 horas en Argentina–, el ministro de Economía se plantará frente a los acreedores privados, realizará una introducción sobre la oferta concreta y luego le cederá la palabra al secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, quien brindará los detalles del programa de reestructuración de la deuda que incluye a 152 familias de bonos en 14 monedas y 8 jurisdicciones distintas. Paralelamente, en Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, estará ofreciendo los mismos detalles de la propuesta a los integrantes de los bloques con representación en el Congreso Nacional.
A lo largo de la jornada de ayer, Lavagna se entrevistó con representantes del Citibank y con el subsecretario de Estado de los Estados Unidos, Alan Larson, además de participar de la reunión del Comité de Finanzas del Fondo Monetario. Y comprobó, como en días anteriores, la expectativa que genera la presentación argentina. “Hay mucho interés en la oferta y por otro lado hemos logrado que no trascendiera, lo que no es un tema menor desde el punto de vista jurídico”, relató el titular del Palacio de Hacienda.
El monto de deuda en default comprometido en la propuesta que se conocerá hoy alcanza, aproximadamente, a los 102 mil millones de dólares. Según la definió el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, “esta negociación es más importante, incluso, que la llevada a cabo con el FMI”. Y estimó que, en muchos sentidos, será recién a partir de cómo se resuelva esta pulseada que se tendrá una real dimensión de las condiciones en que se deberá desempeñar la economía argentina en los próximos años.
Prat Gay explicó, en tal sentido, que es por eso que en el acuerdo con el FMI hay metas de ahorro fiscal sólo para 2004. Si Argentina hubiera definido otras metas de ahorro fiscal sin antes alcanzar un acuerdo con los acreedores privados “habría sido una mala receta”, opinó el funcionario desde la capital de los Emiratos. Los representantes de fondos inversores y tenedores particulares de bonos de la deuda argentina aguardan las definiciones del ministro Lavagna no con el mejor ánimo, a juzgar por lo que se escucha en los seminarios paralelos a la reunión del FMI y el Banco Mundial. Apenas un tema logra competir con el de la deuda argentina en los comentarios en los cafés y lobbies de hotel: la reconstrucción de Irak y los fondos que demandará su financiación.
“La propuesta contiene un cronograma acelerado y la idea es avanzar rápidamente”, destacó Roberto Lavagna ayer en Dubai, donde comentó además que “se trata de una oferta realista atento a las circunstancias del país, que tuvo una pérdida del 20 por ciento del PBI y que acumuló durante una década una deuda fenomenal”. Además, el titular del Palacio de Hacienda fue enfático al señalar que el gobierno argentino no concederá un tratamiento diferenciado a los grandes grupos inversores con poder de lobby y que garantizará el derecho de igualdad a todos los tenedores de bonos privados. “Nadie va a conseguir un tratamiento diferencial. Un fondo buitre y un gran inversor no van a conseguir nada distinto de lo que consiga un pequeño inversor”, sentenció. El ministro evitó comentar qué sucederá con aquellos acreedores que finalmente no acepten la oferta argentina. “Eso vamos a verlo más adelante”, señaló ante una consulta, aunque reconoció que no quedará otro camino que el del juicio. “Es un error no considerar los costos que tiene la alternativa. El que no cree en nosotros, ¿qué gana con ello? El que quede afuera hará juicio, pero el costo de no entrar en la reestructuración de la deuda será probablemente que el acuerdo (entre esos tenedores de bonos y el Gobierno) se demore, o algo por el estilo”, agregó.
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