La Justicia rechazó la medida cautelar solicitada por el Citibank para revertir la resolución del Banco Central que inhabilitó al máximo directivo del holding en el país, tras conocerse que la entidad firmó un pacto con los fondos buitre en Nueva York. La jueza federal Claudia Rodríguez Vidal había desestimado la semana pasada el pedido para reincorporar con urgencia al CEO de la entidad financiera, Gabriel Juan Ribisich. Ayer, la magistrada descartó el cuestionamiento del banco al acto administrativo de fondo dispuesto por el directorio del BCRA. Al fundamentar su decisión, la jueza reiteró que el desplazamiento del representante legal del Citi en el país no genera ningún peligro para el funcionamiento del banco. “El banco actor admite que en la actualidad opera sin inconvenientes y que las facultades del representante legal se encuentran distribuidas en los distintos gerentes responsables de cada área”, afirmó la magistrada en el texto difundido ayer.

Al difundirse la firma de un acuerdo entre el Citi y el fondo buitre NML Capital, de Paul Singer, la Comisión Nacional de Valores dispuso la suspensión de la entidad para operar en el mercado bursátil. El entendimiento rubricado por el juez Thomas Griesa habilitaba a la filial argentina del holding a cumplir con sus obligaciones en el pago de bonos con ley local el 31 de marzo pasado. A cambio, el banco renunciaba a apelar las mismas decisiones del magistrado que había cuestionado con intensidad por meses en tándem con los abogados de Argentina. Como parte del acuerdo, la entidad anunciaba, además, su retirada del negocio de custodia de los bonos argentinos. El equipo económico comprendió que la movida fue un artilugio legal para eximir de cualquier riesgo legal a la filial argentina del Citi en complicidad con los buitres. Por eso, luego de suspenderle sus atribuciones para operar en el mercado de títulos y acciones, decidió su reemplazo por la Caja de Valores para operar como agente de pagos de la deuda.

La siguiente decisión vino desde el directorio del organismo que encabeza Alejandro Vanoli. La entidad determinó inhabilitar al CEO del Citibank, Gabriel Ribisich. Al momento de desplazarlo, el Central consideró que el representante legal de la entidad “desconoció el marco legal vigente en la Argentina en lo referente a las normas de orden público sobre restructuración de deuda soberana y de ejecución de convenios celebrados en el extranjero en contravención a las leyes locales”. Como parte de la medida, el BCRA intimó al Citi a establecer un esquema de delegaciones funcionales para el funcionamiento de la entidad, hasta tanto nombrara a un reemplazante.

Con respaldo de las principales cámaras patronales, como la Asociación de Bancos Argentinos (ABA) y la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el holding cuestionó públicamente las decisiones del BCRA. Y, a través de sus abogados, presentó una medida cautelar para revertir los desplazamientos y sanciones. Aunque avanzó en tribunales, el banco designó a Rosa Aranguren como reemplazante de su máximo directivo, cuya aprobación definitiva todavía debe ser resuelta por el Banco Central. “Por la generalidad e imprecisión con que fue planteada la solicitud cautelar, no sólo no encuentro configurado, en este tiempo, el peligro en la demora sino que tampoco aparece acreditada la verosimilitud del derecho invocado”, lanzó ayer la jueza federal Rodríguez Vidal al fundamentar su rechazo a las cautelares solicitadas por la sucursal argentina del Citibank.

En sintonía con la decisión tomada la semana pasada, la magistrada consideró que no existen amenazas ciertas para el funcionamiento de la entidad. “El banco actor admite que en la actualidad opera sin inconvenientes y que las facultades del representante legal se encuentran distribuidas en los distintos gerentes responsables de cada área, teniendo ellos facultades suficientes para llevar adelante los negocios y la actividad del Citibank NA, Sucursal Argentina con normalidad respecto de las áreas que cada uno conduce”.