El gremio La Bancaria inició ayer una protesta por tiempo indeterminado frente a la sede del Banco Central para exigir la reincorporación de 50 trabajadores que fueron despedidos por la conducción de Federico Sturzenegger. Del reclamo participó el titular de la CGT, Antonio Caló, quien advirtió que “lo mismo les puede ocurrir a trabajadores de otros bancos”. Durante su discurso frente a la sede de Reconquista al 200, Caló se solidarizó con los trabajadores despedidos y acompañó al titular de La Bancaria, Sergio Palazzo, quien acusó a los miembros de la comisión interna de esa entidad de haber negociado los despidos con las autoridades. “Desde la madrugada, los empleados bancarios no dejaron salir los camiones de caudales del Banco Central, medida que podría afectar el suministro de dinero en los bancos. Palazzo advirtió que la medida continuará hasta que se revierta la situación y amenazó con una movilización frente al Congreso nacional para el próximo 1º de marzo. “A partir de hoy (por ayer) las carpas no se van más y no salen los camiones de caudales hasta que no se solucione el conflicto. Si los bancos se quedan sin plata que vayan y le pidan explicaciones al Gobierno”, señaló Palazzo.