La firma estatal Arsat pondrá hoy formalmente en marcha su Plan Federal de Internet destinado a expandir e iluminar la fibra óptica mayorista que administra para forzar una baja del precio del mega que pagan empresas, cableras y cooperativas. En la actualidad, esas firmas llegan a abonar hasta 250 dólares el mega en algunos casos y la intención oficial es reducir ese valor a 25 dólares en promedio con la intención de que esa reducción beneficie también a los usuarios finales de servicios de internet, ya sea con un aumento de la velocidad de conexión o una baja en el precio del abono. La novedad se conocerá en un acto en la localidad bonaerense de Azcuénaga del que participarán el presidente Mauricio Macri, el ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, y el titular de la empresa estatal Rodrigo de Loredo.

Arsat trabaja en la expansión de la Red Federal de Fibra Óptica construida por el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, la cual a fines del año pasado tenía una extensión de 32.000 kilómetros, aunque la gran mayoría de la red todavía no había llegado a ser iluminada por lo que no podía brindar servicios. La nueva gestión afirmó que los kilómetros iluminados durante la gestión anterior habían sido 6500 y brindaba servicio a sólo un puñado de localidades del país. Loredo aseguró que su objetivo es completar esa tarea. Hoy será el turno de Azcuénaga, un pueblo de apenas 350 habitantes, ubicado en el distrito de San Andrés de Giles, donde se le brindará conexión a Internet de manera gratuita al edificio municipal y al colegio del lugar. El plan oficial prevé expandir el servicio con la intención de llegar a 1200 pueblos en el mediano plazo. El nuevo programa, que será presentado hoy en el Día Internacional de Internet, incorpora a los prestadores privados mediante diferentes incentivos para que realicen inversiones conjuntas o individuales. A su vez, Arsat no descarta incorporar capital privado a la compañía.