Después de la disparada de precios que siguió a la devaluación, la eliminación de las retenciones, el tarifazo en los distintos servicios públicos y el desmantelamiento de los esquemas de administración de la Secretaría de Comercio, el Gobierno de Mauricio Macri apuesta a lograr aumentos mensuales del 2 por ciento. El objetivo oficial representa el mismo ritmo heredado del kirchnerismo. “La inflación va a ir bajando todos los meses”, prometió ayer el ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio.

La inflación en mayo fue del 3,9 por ciento, según el Estudio Bein, y acumuló en cinco meses un salto del 24,5 por ciento, un guarismo idéntico al observado el durante todo 2015. La comparación frente a mayo de 2015 arrojó para esa consultora un aumento de precios del 44,6 por ciento. “Estamos proyectando una inflación de alrededor del 2 por ciento mensual a partir de junio, con una tendencia a que esto baje a fin de año”, expresó Frigerio ayer en declaraciones a radio Splendid.

El apagón estadístico decretado por el Indec impide conocer las mediciones oficiales pero los precarios relevamientos realizados por las consultoras privadas y los datos publicados por la Ciudad de Buenos Aires arrojaron aumentos de entre 6,0 y 8,5 por ciento para abril. “Somos firmes con las herramientas que tenemos y estamos trabajando para combatir el drama que representa la inflación y lo vamos a conseguir”, aseveró el funcionario al referirse a la combinación de políticas ortodoxas puesta en marcha para intentar controlar las subas de precios.

Para encontrar valores similares de inflación mensual es necesario remontarse a abril de 2002, cuando la suba de precios fue de 10,4 por ciento.