ECONOMíA › AVANZA LA POLíTICA DE DESPROTECCIóN OFICIAL DE LOS TRABAJADORES EN EMPRESAS EN CRISIS. FUERTE REDUCCIóN DEL REPRO
El Ministerio de Trabajo sólo otorgó el 12,5 por ciento de los pedidos de empresas para ingresar al Programa de Recuperación Productiva (Repro) por la crisis. Apenas 23 firmas fueron aceptadas en ese plan oficial que paga una porción del salario de los trabajadores.
› Por Cristian Carrillo
En pleno proceso de destrucción de las fuentes laborales, el gobierno de Mauricio Macri endurece los requisitos para acceder a los programas de sostenimiento del empleo. Dentro del Programa de Recuperación Productiva (Repro), el Ministerio de Trabajo convalidó apenas el 12,5 por ciento de los pedidos de empresas para acogerse al beneficio, que permite recibir una suma fija mensual por trabajador para solventar salarios por un plazo de doce meses, prorrogable por otros doce.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, les había adelantado a los popes de la Unión Industrial que se evaluaría la viabilidad de la empresa antes de otorgar el beneficio. Según fuentes de la cartera que conduce Triaca, en lo que va del año lograron reunir la documentación y los requisitos un total de 184 empresas pero sólo se otorgó el subsidio 23 firmas de gran tamaño. En ese lapso se incorporaron por el Repro 10.346 trabajadores, a lo que deben sumarse otras 41.699 personas incluidas en otros programas transitorios para cuidar las fuentes laborales. Las pymes enfrentan además muchos inconvenientes para acceder a los programas.
Si bien el gobierno niega que haya una crisis laboral, los propios números oficiales dan cuenta de un grave proceso de destrucción de puestos de trabajo. En sólo los primeros dos meses del año se acogieron al beneficio de seguro contra desempleo 68.922 despedidos, un 40 por ciento de los poco más de 175.092 desocupados que habían ingresado durante todo el año pasado. Sólo en febrero último 60.914 personas pasaron a cobrar el seguro por desempleo. A esto se suman unos 107.241 desempleados que computa el Ministerio de Trabajo por Seguro de Capacitación y Empleo, “un esquema integrado de prestaciones por desempleo no contributivo para apoyar a diferentes públicos en la búsqueda activa de un empleo, a través de la actualización de sus competencias laborales y de su inserción en empleos de calidad”. Estos reciben 225 pesos durante 18 meses y 200 durante por otros 6 meses. Para este programa el año pasado hubo 157.273 inscriptos y en apenas los primeros dos meses de 2016 se alcanzó a un 68 por ciento de esa total.
El paquete de sostenimiento del empleo incluye un conjunto de políticas que intervienen para evitar la pérdida de empleos en empresas en crisis o con interrupciones estacionales o en emergencia climática. Los principales planes, creados a partir de 2002 –y se fueron incorporando otros–, consta de programas estacionales, como el interzafra, u otros de más largo plazo y atomizados (incluidos en otros programas de mantenimiento de puestos de trabajo). El más representativo de estos programas es el Repro, que comenzó a funcionar a principios de 2002 y es solicitado por el empleador y no por el trabajador.
En 2009 el kirchnerismo reflotó con fuerza este programa, debido a la crisis financiera global, momento en que se asistió 142.634 asalariados en 2750 firmas textiles, metalúrgicas, autopartistas, comercios, frigoríficos, alimentarias y curtiembres, entre otros sectores. En los años siguientes el uso del beneficio fue declinando: 130.306 trabajadores en 2010, 78.329 (2011), 46.326 (2012), 39.209 (2013), 58.501 (2014) y 76.529 (2015), según cifras oficiales. El grueso de los pedidos del año pasado tuvo lugar en los últimos dos meses, más precisamente durante todo diciembre pasado. El gobierno prorrogó este programa hasta el 31 de diciembre de este año en el marco de la Emergencia Ocupacional Nacional –que se mantiene hasta diciembre de 2017– pero con condiciones más inflexibles para su acceso.
En un almuerzo organizado por la Unión Industrial, el ministro de Trabajo les había adelantado que el Repro estaba en revisión y que se incluiría una evaluación de la viabilidad de las empresas que soliciten acogerse al beneficio. “En toda economía existen empresas que mueren y empresas que nacen”, había justificado. En la práctica esa idea determinó que se otorguen menos programas y sólo a firmas de gran tamaño. Según datos de la Secretaría de la cartera laboral hay 23 empresas que están cobrando los subsidios del Repro para un total de 10.346 trabajadores, por una suma de 29,4 millones de pesos. El dato de trabajadores alcanzados permite inferir también que se trató en su mayoría de grandes empresas, ya que el promedio sería de unas 450 personas por cada una de las 23 empresas beneficiadas. El límite para ser considerada mediana una empresa es de 250 trabajadores para el sector industria y de hasta 100 empleados para los rubros de comercio y servicios.
Sin embargo, en total se presentaron en Trabajo 184 empresas, de las cuales quedaron sin el beneficio el 87,5 por ciento. Según fuentes oficiales, de ese universo, en 28 empresas supuestamente no se verificó crisis, en 62 no pudo evaluarse esa situación por falta de documentación económica, 71 se encuentran en evaluación y 23 en proceso de cobro. Esto sucede porque se endurecieron las condiciones. “Para las pymes es muy difícil conseguir actualmente ese beneficio, porque el proceso de inscripción es engorroso y no es director”, explicó a este diario un empresario del sector.
Para que una empresa reciba el Repro debe presentar copia certificada de los estatutos, inscripciones impositivas AFIP, acta de designación de autoridades, cuatro últimos balances, últimas 24 facturas de energía eléctrica y gas, entre otra documentación. A esto se sumó la presentación de un informe a través de un contador certificado por el Consejo de Ciencias Económicas, en el que indique la situación de la empresa y las medidas que realizará a fin de superar la crisis y el impacto del programa en la economía de la firma. Pese a todas estas exigencias, hay que sumarle la discrecionalidad de las autoridades de Trabajo para definir si la empresa es viable.
También se mantiene vigente el Programa Interzafra, el cual está dirigido a trabajadores de temporada. Estos trabajadores deben realizar funciones dentro de la producción primaria y la agroindustria, y pueden desempeñarse en muchos tipos de producciones. El beneficio ofrece una compensación adicional para fomentar el trabajo en la agroindustria, específicamente en el limón y la caña de azúcar durante el período de interzafra. En los dos primeros meses del año accedieron a este programa 29.192 trabajadores, un 40,8 por ciento del total que ingresó el año pasado (71.474 personas). En el rubro “Otros programas de mantenimiento de puestos de trabajo” se incluyen distintos planes de subsidio para el sector empresario. Por este concepto ingresaron 12.507 trabajadores, el 55,9 por ciento del total otorgado durante el año pasado (22.346 planes), según cifras difundidas por el Ministerio de Trabajo.
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