El gremio de empleados administrativos, encargados, capataces y mecánicos que se desempeñan en el sector textil contabilizaron 200 despidos “por goteo” en los últimos tres meses. “Si bien no hay datos de que alguna empresa haya despedido a un gran número de trabajadores, lo que sí tenemos es que en cuentagotas hay un ´derrame´ permanente e incesante de desvinculaciones”, indicó a este diario José Minaberrigaray, secretario gremial del SETIA, uno de los cuatro gremios textiles. En todo el sector textil en marzo, abril y mayo se superaron los 1000 despidos. Dentro del universo de desvinculaciones se contabilizan los retiros voluntarios, despidos directos con o sin causa, renuncias reales y forzadas y acuerdos en el servicio de conciliación laboral obligatoria.

El SETIA detalló que la empresa Nancel SA cerró casi todos sus locales de venta en la Ciudad de Buenos Aires y en Mar del Plata. Tejedurías Naiberger Saicif cerró cuatro locales en la Ciudad de Buenos Aires y avisó que otros dos locales no renovarán el contrato de locación a partir de este mes. El gremio denunció que Tessicot SA y Sedamil SA despidieron empleados “inventando causales” y también mencionó el caso de la firma Alpargatas, con despidos y suspensiones.

El informe advierte que la firma PV SA, que fabrica las medias Mora, realizó “despidos utilizando falsamente el art 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, de modo de pasar un despido sin causa por un despido por fuerza mayor y reducir indemnización al 50 por ciento”. También hace mención a TN Platex, la principal empresa del sector, que adelantó vacaciones en las plantas de todo el país y renovó la suspensión de 450 trabajadores la planta de La Rioja. En tanto, la firma Alter SAIC suspendió por 30 días la producción en su planta de zona sur, que se sumó a la misma medida en su fábrica de Trelew, que afecta a 100 trabajadores.

Tanto los sindicatos textiles como los empresarios advierten que la caída en las ventas internas es del orden del 25 al 40 por ciento. Sobre ese contexto se monta el tarifazo en los servicios públicos y la apertura de importaciones. “El hilo se corta por lo más delgado. Las políticas adoptadas hacen de una industria prolífica un sector no sustentable, deficitario y que únicamente puede mantenerse detrás del proteccionismo irracional. Vemos con muchísima preocupación que de seguir con esta serie de decisiones desacertadas, tanto del sector empresarial como político, se produzca un daño irreparable a miles de puestos de trabajo agrupados en toda la cadena textil e indumentaria”, indicaron desde el gremio.