Los ministros de Economía de Colombia, Chile, México y Perú y el ministro de Finanzas y Hacienda de Argentina, Alfonso Prat-Gay, expusieron ayer en un foro en Washington sobre los beneficios de la integración. “La Alianza del Pacífico puede ser un punto de inicio para algo que nos ha sido esquivo durante 200 años y que es la integración regional”, dijo Prat Gay. En los últimos años, la Argentina gestó uno de los mayores procesos de integración cultural, económica, social y política con países de Latinoamérica como Brasil, Bolivia, Ecuador y Venezuela, aspecto que no fue abordado por el ministro en su discurso.

Argentina ingresó al bloque de la Alianza del Pacífico en calidad de observador en junio, por lo que el ministro fue invitado a participar del panel. Prat-Gay aprovechó el evento para criticar a la administración kirchnerista y a los gobiernos progresistas de la región. “El populismo en Argentina sabemos que es algo que no funciona.”, apuntó. En el panel de la Asamblea Anual del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional participaron también los ministros Mauricio Cárdenas (Colombia); Rodrigo Valdés (Chile); Alfredo Thorne (Perú), y Vanessa Rubio (México), quienes compartieron las lecturas ortodoxas del ministro argentino.

“Más que una mera zona comercial, la Alianza del Pacífico es una herramienta para coordinar nuestras políticas”, dijo el funcionario peruano. Aseguró que le gran desafío de esta clase de integración es que permita mejorar la infraestructura y productividad de las economías, para incrementar las condiciones de vida de la población, genera trabajo y reducir la pobreza. El chileno Valdés, en tanto, mencionó que en la integración de los países de la Alianza del Pacífico ahora es necesario no sólo facilitar el intercambio a través de las fronteras sino abordar el tema de la complementariedad productiva de los países socios, un debate que se dio en el Viejo Continente en la construcción de la Unión Europea.