ECONOMíA
Los suecos ahora votarán a favor de Argentina en el Fondo Monetario
Al concluir su visita al país, el ministro de Economía de Suecia, Gunner Lund, explicó las razones del cambio de posición. Hasta hace un par de meses consideraba que no había que aprobar la primera revisión del acuerdo. Ahora, apoya la gestión económica de Argentina.
El trabajo de persuasión del Gobierno sobre los países que integran el directorio del FMI empezó a rendir frutos. Gunner Lund, el ministro de Economía sueco, fue el primero que se dejó seducir. El 24 de febrero último, este funcionario declaró que el programa argentino con el Fondo era “débil” y que su país no había apoyado ni la firma del acuerdo ni la primera revisión de las metas, así como tampoco lo haría con la segunda. Sin embargo, Lund viajó hasta Buenos Aires y ayer se entrevistó con el canciller Rafael Bielsa y con Roberto Lavagna. Cuando terminó esta segunda reunión, el ministro sueco afirmó entusiasmado que su gobierno cambió de posición y que recomendará votar en favor de Argentina el próximo lunes en la reunión de directorio del FMI.
Es un apoyo que el Gobierno valora, sobre todo porque Suecia fue hasta el momento uno de los “duros” contra la Argentina. De todos modos, hace falta una aclaración importante. Suecia comparte una de las 24 sillas del directorio del FMI con otros siete países nórdicos y escandinavos. El voto lo deciden entre esas ocho naciones. Lund precisó que impulsará “el voto positivo”, pero afirmó que eso no implica que sus otros socios “vayan a hacer lo mismo”. “No hay garantías” a esta altura sobre cuál será la posición del bloque. Pero el visitante remarcó que trabajará “intensamente” para convencer a los otros siete gobiernos (Dinamarca, Finlandia, Noruega, Islandia, Letonia, Lituania y Estonia), dedicándose a ello hasta el lunes mismo si hiciera falta.
Por el peso de Suecia dentro de ese grupo, en la Casa Rosada guardan expectativas de que logre imponer su posición. En Economía preferían ser más cautos y se mostraban satisfechos con que por lo menos aquel país hubiera reconsiderado su voto. Y también destacaban que Canadá –miembro del G-7– ya adelantó que mantendrá su respaldo a Argentina.
–¿Qué llevó a su gobierno a cambiar de postura –le consultaron a Lund en la conferencia de prensa que ofreció junto a Lavagna en el Palacio de Hacienda.
–Evaluamos positivamente la marcha de la economía y los avances realizados en la renegociación de la deuda, en la modificación de los contratos de los servicios públicos y en la reforma del sistema financiero y fiscal –contestó.
Frente a la insistencia para conocer qué medida en particular había convencido a Suecia de apoyar a la Argentina, el ministro repitió lo que había dicho, pero aclaró que, según su opinión, “fue Argentina la que mejoró y fortaleció su posición. Nosotros no nos arrepentimos de nuestra postura anterior”. En una declaración que dio en febrero, Lund postuló que “debemos ser guardianes del Fondo y del Banco Mundial”. Lo dijo para justificar la abstención sueca en la primera revisión de las metas y para anticipar que su país repetiría esa decisión en la segunda. Ahora, como se ve, cambió de opinión.
Lavagna siguió la conferencia de prensa con gesto de satisfacción. Es consciente, de todos modos, que el oxígeno que está ganando el Gobierno para encarar la negociación con los acreedores se agotará rápido si se complica un acuerdo. Por ello dijo que “todos vamos a ganar si hacemos una reestructuración sustentable y no una que a los dos años se caiga y tenga que volverse a realizar”. Del 24 de marzo al 16 de abril se concretarán en Buenos Aires reuniones con 24 grupos representantes de bonistas. El jefe de Economía señaló que se les presentará la propuesta de bonos atados al crecimiento económico, lo que, a su entender, “es una prueba de buena fe de la sociedad argentina”.
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