Las cuentas públicas siguen desbordando todas las previsiones. En febrero, el superávit primario fue de 996,2 millones de pesos, un resultado muy superior a los objetivos fijados en el Presupuesto. El excedente acumulado en el primer bimestre alcanzó a 2584,2 millones de pesos, contra los 1100 millones que se fijaron como meta en el acuerdo con el FMI, pero no para el bimestre sino para el trimestre. El secretario de Hacienda, Carlos Mosse, reiteró que todavía es demasiado pronto para saber si la tendencia se mantendrá. Además, aclaró que “vamos a terminar el año en línea con lo que habíamos planteado, que es un superávit del 3 por ciento del PIB”. Eso quiere decir que si los recursos siguen superando por mucho a los gastos, el excedente se asignará a fines específicos, para mantener la meta del 3 por ciento. Mosse hizo una aclaración al respecto. Si la economía crece por arriba del 4 por ciento que se pautó con el FMI, el superávit fiscal deberá ser mayor a los 10.000 millones de pesos fijados como meta para el año. Esto es porque el 3 por ciento de un PIB más grande es –obviamente– un número mayor. De ese modo, las metas que por ahora se sobrecumplen con facilidad, más adelante –cuando se ajusten las cuentas– serán más complicadas de alcanzar. Mosse recordó que en 2003 ocurrió lo contrario, porque se calculó un PIB más alto del que se dio –por la menor inflación– y las metas se corrigieron para abajo.