Argentina y Venezuela firmaron en Caracas un “convenio integral” de cooperación y complementación económica. Su contenido más relevante es que facilitará la importación de fuel oil y gasoil con destino a las usinas térmicas locales, un paliativo para el potencial desabastecimiento de gas, insumo de la generación eléctrica, con que amenaza la puja tarifaria desatada por el oligopolio energético. El acuerdo comercial es a tres años y renovable. Para el 2004 se estima que las compras de combustible venezolano podrían alcanzar los 200 millones de dólares, monto que, según el texto del acuerdo, debe a su vez destinarse a la adquisición de una variada gama de productos argentinos.
El combustible será destinado a Cammesa, Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico, la que lo derivará a las centrales térmicas amenazadas por la potencial escasez de gas, combustible por el que fueron optando en los últimos años en virtud de su mayor abundancia y baratura. Las destinatarias más probables serán Central Puerto y Central Costanera.
En el país, la producción de fuel oil se encuentra en niveles mínimos dada la opción de las refinerías por derivados de mayor precio, situación que justificaría su importación como sustituto del gas, insumo que hasta ahora resultaba significativamente más barato. Cabe destacar que el fuel oil posee menor refinación que el diesel y, en consecuencia, resulta mucho más agresivo para el medio ambiente. La brecha ecológica es aun mayor si la comparación se realiza con el gas, externalidad negativa que parece haber sido dejada de lado en virtud de la crisis.
El secretario de Integración Latinoamericana, Eduardo Sigal, dijo a este diario que el monto que se importará este año será de alrededor de 200 millones de dólares. También aclaró que no se tratará de un trueque, sino que los pagos se realizarán a un fideicomiso, un fondo creado al efecto, que será administrado por el Bandes de Venezuela y el BICE de Argentina. Los pagos se realizarán, el 20 por ciento, a 45 días de la fecha de entrega del combustible y el 80 por ciento restante a un año.
Venezuela deberá destinar los fondos obtenidos solamente a la adquisición de una extensa gama de productos argentinos, no sólo de origen agropecuario, como insumos y bienes de capital para la industria petrolera, maquinaria agrícola y medicamentos. En todos los casos, el criterio de selección será el de calidad y precio. La posibilidad de importar combustible de Venezuela surgió la semana pasada, en momentos en que las máximas autoridades de Pdvsa, petrolera estatal, visitaron Argentina y realizaron el ofrecimiento.
Luego de la firma del acuerdo, el presidente Hugo Chávez destacó que el potencial desabastecimiento energético constituiría una “buena noticia” derivada de las extraordinarias tasas de crecimiento que atraviesa el país. En el orden interno, las exportaciones a la Argentina serían para su país una posibilidad para adquirir 25 mil vaquillonas y algunas desmotadoras de algodón para apuntalar el incremento de la producción agropecuaria local.