A pesar de que el Banco Central incrementó su intervención en el mercado, el dólar siguió por el tobogán y terminó en el valor más bajo de los últimos ocho meses: 2,80 pesos para la compra y 2,83 para la venta, tres centavos por debajo del cierre anterior. Aunque en algunas casas de cambio importantes de la city se lo consiguió a 2,82 hacia el final de la tarde. La caída de la cotización era aguardada por los financistas y se debe a la fuerte liquidación de divisas por parte de los exportadores.
Ayer, los exportadores de cereales vendieron 62,8 millones de dólares. Para evitar que la baja del dólar sea superior, el Banco Central adquirió 45 millones, la intervención más fuerte en un año. A la autoridad monetaria se plegó el Banco Nación, de acuerdo con lo informado por operadores de mercado a este diario.
La baja del dólar es una circunstancia estacional. A esta altura del año se levanta la cosecha gruesa e ingresan los dólares de la soja. En el Banco Central estiman que entre este mes y finales de junio ingresarán unos 4200 millones de dólares.
¿Hasta dónde bajará el dólar? El consenso en la city es que el piso se situará en 2,75 pesos, siempre y cuando Alfonso Prat Gay mantenga su política intervencionista. “No creo que el Central lo deje bajar más, aunque no descarto que llegue a ese nivel la próxima semana”, dijo a este diario Carlos Lizer, analista de Puente Hermanos.
Los focos de los financistas están puestos en ese escalón porque fue en ese nivel que el dólar se estabilizó hace un año, en medio de la cosecha gruesa anterior. Este año, como contrapartida de una menor producción de soja por la sequía, se dio un alza de los precios. También se está verificando una fuerte desaceleración de la salida de capitales.
Para morigerar la baja del billete verde, el Central elevó sus compras en el mercado. El promedio del último mes fue de 25 millones, monto que fue ampliamente superado por la intervención de ayer, que llegó a los 45 millones. En sólo cuatro días, el BCRA se quedó con 150 millones. A estas compras deberían añadirse las que está ordenando el Banco Nación. Cuando ocurren fenómenos de este tipo, la actitud del Central es intervenir para atenuar la volatilidad del tipo de cambio.
En el equipo económico se muestran despreocupados por la baja del dólar. Si bien el ministro prefiere que la cotización se mantenga lo más cerca posible de los 3 pesos, sus colaboradores dicen sentirse tranquilos: creen que el dólar volverá a la banda de 2,85/2,90 hacia el mes de julio.
De todos modos, los funcionarios aceptan, a condición de reservar su identidad, que la coyuntural baja del dólar podría darles una mano en el actual contexto de suba de algunos precios.
Otro ingrediente que da la perspectiva de una paridad más baja que la actual lo ofrece el inminente vencimiento del impuesto a las Ganancias. Se espera que la recaudación global del próximo mes supere los 11.000 millones de pesos. Es decir, habrá empresas que tendrán que salir al mercado a vender sus dólares para pagarle a la AFIP.
En ese sentido, una clara señal de lo que vaya a ocurrir con la divisa se verificó en el mercado de futuros. Para fin de mes, el dólar cerró ayer a 2,80 pesos, contra los 2,82 del cierre anterior.