ECONOMíA
› LA URGENCIA DE LAVAGNA POR
PRESENTAR LA OFERTA GENERO ERRORES Y ENOJOS
Bono con indexación sorpresa para AFJP
El ministro adelantó en dos semanas la fecha de presentación de la oferta de reestructuración y obligó a trabajar contra reloj a sus técnicos, pero también generó errores en la presentación. Ahora se aclaró que los bonos Cuasi Par, en pesos, además del interés recibirán indexación por el CER.
› Por Claudio Zlotnik
La orden de Roberto Lavagna sorprendió a su propio equipo de colaboradores: debían tener lista la nueva presentación de la deuda en cuestión de horas. La decisión alteró a los técnicos que venían trabajando en la propuesta. Sin previo aviso se adelantaron los tiempos. Hubo funcionarios molestos con el ministro, pero Lavagna, preocupado por las filtraciones periodísticas, quiso tener la nueva oferta cuanto antes. El clima de confusión se hizo evidente en la exposición del martes con lo ocurrido con el denominado bono Cuasi Par. Ese título, armado como a medida para las AFJP, se anunció sin ningún mecanismo indexatorio a pesar de estar nominado en pesos. Sin embargo, a 24 horas de la presentación, el Programa Buenos Aires (sustituto del de Dubai) ya sufrió la primera corrección: el bono para los futuros jubilados se actualizará no sólo por la tasa de interés ya anunciada, 5,57 por ciento anual, sino que además ajustará por la inflación.
Analistas de la city consultados por Página/12 calcularon que, con la actualización por inflación, la quita sobre la cartera dolarizada de las AFJP alcanzaría a 30 por ciento en términos nominales. Pero como esos bonos no representan la totalidad de las inversiones de las administradoras, el recorte sobre la cuotaparte alcanzaría a entre 13 y 15 por ciento. Para calcular la quita se supuso que, a largo plazo, la inflación converge con la variación del tipo de cambio nominal. Es decir, la poda resultaría muy inferior a lo calculado en base a la presentación de Dubai.
En su exposición de anteayer, el ministro aseguró que se emitirán 8300 millones de dólares de Cuasi Par. Este monto serviría para rescatar bonos originales en dólares por 11.900 millones. Pero no alcanzan a cubrir los 14.000 millones de bonos en default que poseen las AFJP. Salvo la AFJP Nación, las demás se negaron a pesificar los títulos que tenían en cartera. Si bien el ministro no lo especificó, en el microcentro creen que el Cuasi Par tendrá un plazo de 42 años.
Antes de la presentación, según relataron a Página/12 en Economía, el ministro no hizo ninguna consulta ni con el Fondo Monetario ni con los representantes del Grupo de los Siete. John Dodsworth, delegado del FMI en la Argentina, se enteró de los detalles de la oferta a las tres de la tarde, apenas dos horas antes de la conferencia de prensa.
Sin embargo, algunos colaboradores de Lavagna no ocultaban ayer su fastidio. Según comentaron fuentes de Economía, el plan de Lavagna consistía en hacer la presentación dentro de un par de semanas, en simultáneo con las reuniones con las asociaciones de bonistas. El enojo en el Palacio de Hacienda se debe a la escasa comunicación que el ministro tiene con la línea de técnicos, que fueron los que respondieron en medio del apuro.
Uno de los secretarios que secundan al ministro se mostró anoche ajeno a este clima y derrochó optimismo: “El acuerdo con los acreedores se cierra en septiembre”, aseguró, en diálogo con Página/12. En ese mismo clima, trascendió la satisfacción existente por el trabajo de los técnicos del Barclays Bank para la confección de la oferta y por la labor del equipo del BBVA Francés encabezado por Ernesto Gaba. Un clima distendido que contrastaba con la tensión que se vivía en otras oficinas del mismo edificio.
Anoche, frente a un auditorio integrado por financistas, Lavagna admitió el primer resbalón del Programa Buenos Aires. Dijo que la explicación del Cuasi Par fue “confusa”. Una confusión que se extendió a los analistas de algunos bancos de inversión internacionales, que ante la falta de detalles sobre los nuevos bonos realizaron distintas conjeturas sobre la reestructuración de la deuda.
Para el Credit Suisse First Boston, el bono a 42 años sería el Par. No así para el alemán Deutsche Bank, cuyos analistas escribieron ayer que ese bono sería a 35 años. También hubo notorias diferencias en cuanto al valor presente que tendría la deuda: mientras para el Deutsche sería de entre 18 y 22 dólares cada 100 nominales, para el Credit alcanzaría a 23. El también estadounidense JP Morgan lo calculó entre 23 y 27 dólares.
Tanta diversidad tiene una explicación: la falta de detalles sobre los títulos que se canjearán por los que se encuentran en default. Por ejemplo, se desconocen los plazos que tendrá cada uno. El Palacio de Hacienda se guardó esos datos. La clave son las rígidas regulaciones bursátiles existentes en los Estados Unidos, bajo cuya jurisdicción se emitirá la mayor parte de los nuevos bonos, que prohíben que haya información privilegiada ante el lanzamiento de un canje de deuda. Antes de difundirse públicamente, una oferta a los acreedores debe ser aprobada por el organismo regulador, la Security Exchange Commission (SEC). Ese fue el motivo por el cual no se entregaron copias de las diapositivas mostradas durante la presentación. Incluso, las cinco hojas distribuidas con una síntesis de la propuesta tenían escrito, a pie de página, la leyenda “No para distribuir en los Estados Unidos de América”.
Mientras tanto, la jornada de ayer tuvo a los financistas sacando cuentas e interpretaciones. Un consultor que fue secretario de Estado durante el gobierno de la Alianza puso en duda el premio por crecimiento que introdujo Lavagna a los nuevos bonos. Contra los 6400 millones de dólares prometidos, el especialista calculó que, en el mejor de los casos, ese “bonus” alcanzaría a 1000 millones. Todos cálculos que se despejarán recién cuando Lavagna difunda los detalles de la propuesta.
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