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La certeza de que la Argentina se encamina hacia una devaluación volvió a revalorizar la Bolsa. Ayer, en la primera rueda del año, el índice de acciones líderes MerVal trepó 9,6 por ciento. A su vez, el riesgo país cayó 887 puntos, a los 4285. La abrupta caída no se debió a una mejora –por el contrario, los bonos perdieron 6 por ciento en promedio debido a que Eduardo Duhalde recalcó que se suspendieron los pagos de la deuda–, sino a cambios que se introdujeron en la ponderación del indicador.
Frente a la inminente devaluación, los inversores encontraron en los papeles empresarios como un buen refugio para evitar una desvalorización de sus activos. Por otra parte, el mercado accionario sigue siendo el elegido para eludir el corralito bancario: algunos financistas compran acciones que liquidan en Nueva York asumiendo una pérdida de hasta 50 por ciento. Ese es el costo de sacar divisas del sistema financiero. A pesar de estos supuestos beneficios, los volúmenes de transacciones fueron bajos. Las acciones movilizaron 18,9 millones de pesos, mientras que los títulos públicos movieron apenas 3,3 millones. Indupa y Siderar, dos papeles que no se verían resentidos por la devaluación, subieron 25 por ciento.