[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

En sus primeros pasos como presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau parece dispuesto a subrayar las condiciones que han caracterizado su carrera y su rápido ascenso en el grupo La Caixa: sus virtudes como estratega y político más que como empresario o manager. Con soltura, habló de Enarsa antes que nadie se lo preguntara, elogiando su aparición en el firmamento petrolero nacional. “Será un aliado más que un enemigo”, subrayó. Lo propio hizo cuando se le mencionó a Pdvsa, la petrolera venezolana que ya anunció su aterrizaje en territorio argentino. “Las alianzas globales son muy positivas; unir esfuerzos no le hace mal a nadie y trabajar en competencia, mucho menos”, expresó Brufau para dibujar el probable escenario tras dichas incorporaciones.
La Caixa, principal accionista de Repsol YPF, ha logrado en pocos años convertirse en la tercera entidad financiera española (detrás del BBVA y el Santander) y pasar a controlar una cartera estratégica de participaciones industriales. En España Brufau es considerado, junto a Ricardo Fornesa e Isidro Fainé, uno de los hombres clave del desarrollo de La Caixa. “Mientras Fainé se centraba en el negocio bancario, Brufau se ocupó de la organización de las participaciones industriales del grupo”, recordaba El Periódico de Catalunya el último 28 de octubre.
El crecimiento de Caixa Holding en estos años le permitió acceder a participaciones no sólo en Repsol YPF (13,5 por ciento) y Gas Natural (32,3), sino también en Endesa (5), Deutsche Bank (3,8), Telefónica (3,5) y Banco Itaú (3,1), además de diversas inversiones en negocios inmobiliarios, financieros y editorial, entre otros. Precisamente, la titularidad de una de las empresas de gestión inmobiliaria, Colonial, es el destino ofrecido a Cortina para continuar en actividad.
Mientras que sobre el poderío de La Caixa no hay lugar a dudas, su identidad política muestra algunas contradicciones. Brufau es caracterizado por el establishment barcelonés como “arriesgado y progresista, muy resistido por cierta derecha, incluida la nacionalista”. Pero a su lado se sienta Fainé, miembro destacado del Opus, otra figura en ascenso dentro del grupo tras la captura de Repsol. El nuevo titular de la petrolera es, además, hombre de confianza del ministro de Industria del gobierno de Rodríguez Zapatero, José Montilla. Y por lo visto, espera serlo del gobierno argentino, al que le ofrece como compañía petrolera “asociarse a las necesidades del país”, según le expresó ayer en persona al presidente de la Nación.