EL PAíS › ACUERDO CON COREA PARA CONSOLIDAR LA NUEVA ESTRATEGIA COMERCIAL
Otro puente al continente asiático
El acuerdo con la banca coreana, en el primer día de gestiones oficiales del presidente Roh Moo-Hyun permitirá financiar importaciones desde el país asiático a muy baja tasa de interés. Es el primer crédito internacional tras el default y abre el camino a un acuerdo de libre comercio con una región caracterizada por fuertes restricciones. Es la antesala a la llegada del presidente chino, Hu Jintao, que llega de una visita a Brasil con resultados que difícilmente pueda igualar Argentina.
Por Claudio Scaletta
En el marco del afianzamiento de doble vía de las relaciones comerciales con las principales potencias asiáticas, los presidentes de la República de Corea, Roh Moo-Hyun, y de la Argentina, Néstor Kirchner, firmaron una serie de acuerdos bilaterales. Entre ellos se destacaron el primer crédito que recibirá el país tras el default y memorandos de entendimiento para la provisión de minerales. También se habló de los buenos deseos para trabajar en un futuro acuerdo de libre comercio con las naciones del Mercosur. Las restricciones comerciales son hoy una de las principales dificultades para ingresar al mercado coreano. Por la tarde, Roh visitó el Congreso y recibió el doctorado honoris causa de la Universidad de Buenos Aires.
Unos de los actos más significativos de la jornada de ayer fue la firma de un memorando de entendimiento para la futura firma de un convenio, que se concretará aproximadamente en tres meses, para un préstamo del Banco de Exportación e Importación de Corea al Banco Nación. El “convenio de crédito comprador” será por 30 millones de dólares y estará destinado a financiar las adquisiciones de importadores locales a la nación asiática. La tasa de interés será de base SIRR, menos del 2 por ciento anual, más un spread de alrededor de 0,7 puntos. A ello deberá agregarse la prima de seguro de riesgo.
Para este tipo de líneas de crédito el monto de la operación, 30 millones de dólares, resulta relevante. En la actual etapa de reestructuración de la deuda, el préstamo también tiene significado simbólico. Se trata del primer crédito de estas características que recibe la Argentina tras el default. Hasta ahora el único crédito que había reaparecido era el respaldo a las cartas de crédito, lo que los banqueros llaman líneas “no comprometidas”. Estas cartas son el mecanismo tradicional para el financiamiento del comercio exterior y necesitan la confirmación de un banco de primera línea del país con el que se realiza la operación. Tras el default, los respaldos desaparecieron. Recién volvieron a conseguirse tímidamente a fines de 2003. El memorando firmado entre el Nación y el Exim Bank coreano, dos bancos estatales, será así el primer crédito de un Estado tras la crisis de 2001. Entre las compras que esperan financiarse estarán los bienes de capital y servicios, aunque por la naturaleza de la producción coreana no se descarta la inclusión de bienes de consumo.
De acuerdo con la información suministrada por la Embajada de Corea el intercambio bilateral con la Argentina está compuesto por exportaciones de derivados de la soja, hidrocarburos, productos mineros y químicos. Las importaciones son, entre otros, de productos electrónicos, telefonía, automóviles y textiles. Las cifras del Centro de Economía Internacional del Ministerio de Economía muestran que en la primera mitad del año las compras al tigre asiático alcanzaron los 155 millones de dólares y las ventas 194 millones. Los números brutos muestran un superávit a favor de la Argentina. Sin embargo, el verdadero desequilibrio está en la composición de los flujos. Sobre todo en las exportaciones argentinas, donde un alto porcentaje son productos pesqueros, sobre todo calamar, explotados por tres empresas coreanas, Mar Argentino, Pesquera Madryn y Pusamar. Se trata de la captura de un recurso natural con impacto casi nulo en las economías locales, tanto en materia de empleo, como de inversiones y transferencia de tecnología y que, incluso, reciben reintegros y reembolsos.
Los anuncios difundidos ayer de compras de cobre a la empresa suizo canadiense Minera Alumbrera, que explota yacimientos en la provincia de Catamarca, no parecen apuntar a la mejora de esta calidad de los flujos. El memorándum no vinculante firmado en la víspera acuerda una venta por más de 120 millones de dólares a lo largo de 4 años, entre 2008 y 2011. El presidente de la Cámara Argentina de Comercio, Carlos de la Vega, quien ayer participó de una reunión con empresarios coreanos, dijo que suscolegas asiáticos se mostraron interesados en diversificar sus importaciones mineras adquiriendo “uranio, hierro, zinc, carbón, bronce y oro, entre otros”. Corea importa 10.000 millones de dólares en minerales y tienen inversiones directas en 22 minas en terceros países.
Las empresas que acompañaron al presidente coreano, entre otras, el gigante de la electrónica y la tecnología digital Samsung, y automotrices como Hyundai y Daewo, también diversificada en electrodomésticos, como las también presentes LG y Philco, muestran que Corea dejó de responder a la antigua imagen de los años ‘70 de una economía de bajos salarios especializada en la industria liviana, como televisores, autos de bajo costo, textiles e indumentaria. Su perfil pasó de las manufacturas trabajo intensivas a las capital intensivas. Muchas de ellas verdaderas multinacionales en la vanguardia tecnológica, con plantas de producción en China y en el resto del sudeste asiático.