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Los precios, como la temperatura, van trepando a medida que se acerca el verano. Pero el fenómeno natural es sólo uno, mientras el otro tiene que ver con la llegada de las Fiestas y la búsqueda de ganancias fáciles. El costo de la canasta navideña creció hasta el momento entre un 15 y un 18 por ciento con respecto al de 2003. Y todavía resta la probable escalada de este mes, por lo que se proyectan subas en algunos productos de hasta el 40 por ciento. Así lo denunciaron las asociaciones de consumidores Adecua y el Centro de Educación al Consumidor (CEC). “El Estado tiene que hacer una campaña de concientización y aplicar controles para evitar las ganancias desmedidas”, reclamó Osvaldo Riopedre, director ejecutivo de la primera entidad, en diálogo con Página/12.
Adecua efectuó un relevamiento de precios durante todo noviembre en 18 centros de venta, entre híper y supermercados, almacenes y dietéticas, de la Capital Federal y el conurbano bonaerense. Los productos controlados fueron siempre los mismos. Se trata de los que componen tradicionalmente la canasta navideña. La intención de realizar el estudio el mes previo al de las fiestas fue constatar si empiezan a producirse aumentos injustificados. El kilo de avellanas con cáscara que la primera semana de noviembre costaba en promedio 15 pesos trepó en la última a 19,90. La lata de atún de 120 gramos pasó de 3,48 a 3,99, en tanto que la de 300 gramos subió de 9 a 9,90. A la lista pueden agregarse los ejemplos de las latas de duraznos en almíbar (de 3,69 a 4), las de ananá en almíbar (de 4,90 a 6,50), fresita (10,99 a 14,50), el maní con chocolate (de 1,80 a 2,40).
La presidenta de Adecua, Sandra González, alertó que algunos productos como la pavita, el pavo, el matambre, el lomo y el peceto están siendo retirados de algunos comercios. “Vimos cómo fueron desapareciendo, para venderlos más caros en las próximas semanas”, señaló. Otro fenómeno destacado en estas fiestas es que mercaderías como la sidra o el pan dulce industrial mantuvieron sus precios sin demasiadas variaciones respecto del año pasado, pero la diferencia es que achicaron los envases. Así, por ejemplo, la sidra que antes se comercializaba en botellas de 910 centímetros cúbicos ahora ve entrega con 710 centímetros. En lo que respecta al pan dulce, hay marcas que bajaron de 700 a 500 gramos. Además, respecto de este producto se observa una “gran distorsión de precios”, que van de 7 a 12 pesos los 700 gramos.
En tanto, para el Centro de Educación al Consumidor los aumentos en nueces fueron del 12 al 15 por ciento, en vinos finos del 60, en bebidas espumantes del 32, en champán del 38 y en budines y pan dulce del 30 al 35 por ciento. Susana Andrada, su presidenta, coincidió con la advertencia sobre la probable escasez de productos típicos de Navidad que se almacenan especulando con la suba de precios. “No hay lógica de mercado que justifique la suba de precios en casi un 40 por ciento”, se quejó.
Otros artículos típicamente navideños que también registraron subas con respecto al año pasado son los arbolitos de Navidad. El de 1,20 metro pasó de 10 a 14 pesos. Los adornitos, por su parte, aumentaron de 50 centavos a más de 1,50.
“Es necesario que el Gobierno haga un estudio a fondo de toda la cadena de comercialización para detectar quién es el que está ganando más de la cuenta”, pidió González. Otra estrategia posible es convocar a las cámaras de fabricantes y comercializadores para negociar políticamente un autocontrol de los precios. La Subsecretaría de Defensa del Consumidor realiza por estos días su propio relevamiento y dará a conocer los resultados en las próximas semanas.