ECONOMíA › POSTURA INTRANSIGENTE DE MINORISTAS
Resistir y presionar
Los acreedores minoristas continúan mostrando una posición intransigente frente a la propuesta del Gobierno para reestructurar la deuda. Tanto los representantes de bonistas argentinos como los de los italianos repitieron ayer sus amenazas a pocos días del inicio del canje. A pesar de ello, la mayoría de los consultores, incluso los ortodoxos, pronostica que la operación tendrá un importante nivel de aceptación. La clave es que al menos el 70 por ciento de los acreedores adhieran a la oferta. Con menos de eso, al Gobierno se le hará difícil sostener su palabra de no realizar un segundo canje. El Grupo de los Siete y el FMI ejercerán una fuerte presión para que la Argentina mejore su propuesta a los tenedores de deuda.
El presidente de Asociación de Ahorristas de la República Argentina, Carlos Báez Silva, comentó que la entidad realizó una encuesta entre sus tres mil asociados. Casi todos “han determinado que van a rechazar la oferta, y después se dividen entre quienes quieren esperar y los que iniciarán un juicio” contra el Estado para intentar recuperar el dinero sin ninguna quita. “Los que prefieren esperar están convencidos de que el canje será un fracaso”, indicó. El abogado interpretó que “si no se consigue un nivel de aceptación de entre el 90 y el 95 por ciento, ningún país puede considerarse fuera del default por los litigios” que deberá afrontar.
Sin embargo, entre los consultores de la city hay otra visión. Miguel Kiguel, ex presidente del Banco Hipotecario y ex jefe de asesores de Roque Fernández, expresó que “lo central es alcanzar un 70 por ciento de aceptación”, puesto que con ese nivel el Gobierno podría considerar que dejó atrás la situación de default. Por su parte, el ex secretario de Hacienda de Ricardo López Murphy y economista jefe de FIEL, Daniel Artana, reconoció que “las expectativas son buenas porque las condiciones financieras internacionales siguen siendo muy favorables y han aumentado bastante el valor de la oferta”. El economista señaló que “hoy hay buenas chances de que el porcentaje de aceptación sea importante”.
De todos modos, en línea con lo que dijo Roberto Lavagna respecto a que la reestructuración significa un “alivio” para el problema de la deuda pero no su solución definitiva, Artana sostuvo que tras el canje la Argentina quedará igualmente “muy endeudada”. “Aun si la aceptación fuera del ciento por ciento, la deuda seguirá siendo proporcionalmente más alta que la de Brasil y hasta cinco veces la de Chile.”
Otro economista ortodoxo que vaticinó un buen resultado del canje fue el ex director del FMI Claudio Loser. “Las perspectivas son buenas”, aseguró. “En las próximas semanas –añadió– hay que hacer como en la montaña rusa: hay que poner firme el estómago, ya que habrá subidas y bajadas; pero hay que saber que salvo que exista un defecto en la seguridad, llegaremos a buen puerto.”
Los bonistas italianos no están tan seguros. Adiconsum, una asociación de defensa de los consumidores de ese país, sostuvo que la oferta es “inaceptable”. “Por un lado el gobierno argentino le garantiza al FMI el pago de la totalidad de su deuda y a nosotros nos ofrece un irrisorio 30 por ciento”, concluyó.