ECONOMíA
› ESCANDALO EN ITALIA POR LOS BONOS ARGENTINOS
El ahorrista siempre pierde
Un informe del Banco Central italiano confirma que los bancos se desprendieron de los títulos argentinos apenas el riesgo país empezó a subir. Pero dejaron enganchados a ahorristas y jubilados.
Las investigaciones sobre la responsabilidad de los grandes bancos italianos frente a unos 400 mil pequeños ahorristas y jubilados, damnificados con bonos argentinos en default, amenaza con convertirse en un verdadero escándalo político en Italia. Ayer, el diario económico Finanza & Mercati publicó un informe elaborado por la Central de Riesgos de la Banca d’Italia (Banco Central) que confirma que los bancos italianos se desprendieron rápidamente de los títulos argentinos apenas el riesgo país empezó a subir. Además, revela que los bancos siguieron recomendando a sus clientes comprar dichos bonos, promocionando la inversión por su alto rendimiento y su “riesgo moderado”. La traducción del artículo completo fue distribuido en el ámbito local por el Ministerio de Economía, por expresa indicación de Lavagna. Por su parte, la Asociación Bancaria Italiana (ABI), que por ahora cuenta con el respaldo del gobierno de Silvio Berlusconi, se preocupó por desmentir que sus asociados hayan traspasado los papeles a sus clientes para salvarse del default.
“El 23 de diciembre del 2001 fue declarada la insolvencia de la República Argentina, pero los bancos italianos habían ya reducido considerablemente la presencia de Tango-bond en sus propios portafolios, pasando de los 460 millones de euros en 1999 a los 173 millones del 2001”, asegura Finanza & Mercati. En base al informe elaborado por la autoridad monetaria, precisa que la venta de bonos de deuda “tocaron el nivel más alto entre el 2000 y el 2001, cuando las entidades se liberaron de obligaciones argentinas por 246 millones” de euros. “Justamente mientras en las ventanillas de los mismos institutos en circunstancias tales se aconsejaba a los ahorristas la compra de obligaciones argentinas porque eran de riesgo medio-bajo y tenían cupones interesantes”, agrega el periódico.
Esta interpretación coincide con la anécdota que contó uno de los diputados italianos que se reunieron ayer con el canciller Rafael Bielsa (ver aparte).
La publicación del informe se produce en momentos en que tres legisladores visitan Argentina para interiorizarse in situ sobre el proceso de canje y la actuación de los bancos de la península en la colocación de los bonos antes del default.
Según la publicación italiana aparecida ayer, entre 1998 y 2002, “mientras las obligaciones argentinas perdieron aproximadamente el 90 por ciento de su valor, los bancos (italianos) redujeron inversiones en estos títulos en más del 86 por ciento, es decir en 397 millones” de euros.
El artículo dice que ésa es “una cifra limitada si se compara con los más de 13 mil millones de dólares que terminaron en los portafolios de los inversores italianos, pero de todos modos significativa para afirmar que los bancos se habían dado cuenta muy bien de las crecientes dificultades financieras de la Argentina y se las arreglaron en consecuencia”.
La Asociación Bancaria Italiana, que congrega a los mayores bancos italianos, salió a deslindar responsabilidades. En un comunicado, la ABI destacó que “en el primer semestre del 2001, antes de la crisis, los italianos habían ya dejado de comprar y los bancos de vender de manera consistente” títulos de la deuda argentina.
En el equipo de Lavagna acusan a dicha asociación de fomentar los juicios de los ahorristas contra Argentina, a través de Nicola Stock, un ex directivo del Banco de Roma, que preside la Task Force Argentina. Así, suponen en Economía, los bancos italianos buscarían cubrirse de los juicios que sus clientes amenazan con iniciarles.
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