En una de las reuniones con funcionarios de la administración Kirchner, el diputado Luigi Olivieri, de la opositora Democracia de Izquierda, relató una anécdota que ejemplifica en toda su dimensión la responsabilidad de los bancos italianos frente a los ahorristas de ese país damnificados con bonos argentinos en default.
Según Olivieri, desde uno de los grandes bancos de su país telefonearon por aquel entonces a su madre, de 92 años, para recomendarle que vendiera bonos del Tesoro italiano y comprara bonos argentinos. El argumento que le dieron a la anciana era que “el rendimiento era mucho más alto”, mientras que el riesgo “no era significativo”.
Ante la insistencia del empleado del banco, que llamó durante varios días en su afán de convencer a la jubilada, ésta decidió contarle la situación a su hijo. “Me comuniqué con el gerente de la sucursal y le dije que si no dejaban de acosar a mi madre, lo iban a ir a buscar los carabinieri”, contó el legislador.