ECONOMíA
Inflación controlada
El ministro de Economía reconoció ayer por primera vez que el índice de precios sufrirá durante este año algún cimbronazo por la suba de las tarifas públicas que, paulatinamente y sin demasiada publicidad, el Gobierno está descongelando. Aun así esto no es motivo de desvelo para Roberto Lavagna, quien supone que los registros se mantendrán dentro de lo pautado en el presupuesto para este año, esto significa, entre un 5 y un 8 por ciento durante todo el 2005.
La realidad es que el grado de apertura que tienen las actuales renegociaciones con las privatizadas no permiten cuantificar claramente este impacto, lo que relativiza el optimismo del ministro sobre las posibilidades de mantener al IPC en su cauce.
“Este año puede haber una suba un poquito mayor (que en el 2004), porque hay una serie de ajustes que a lo largo del año habrá que ir haciendo. Ha habido varias audiencias públicas y algunas que están por producirse que van en esa dirección”, reconoció el ministro en un reportaje radial cuando se le preguntó acerca de la suerte que podría correr el índice.
Sin dar precisiones, Lavagna sostuvo que no todas las empresas tienen la misma necesidad de ajustes, ya que algunas habrían conseguido un “colchón” previo a la pesificación y congelamiento que les permitiría sobrevivir en mejores condiciones que otras. Como un ejemplo de las más prósperas, que “no tienen urgencias inmediatas”, el ministro sólo mencionó a las compañías de teléfonos celulares, las que “por cuestiones tecnológicas” habrían mejorado su utilidad con independencia de las tarifas. Quedó sobreentendido que el resto, o al menos la gran mayoría de las restantes, sí precisan los aumentos reclamados y que comenzaron a autorizarse paulatinamente.