El Gobierno está decidido a lograr que Shell y Esso retrotraigan el aumento de sus combustibles. Mientras eso no ocurra, seguirá la guerra. Néstor Kirchner puso ayer la discusión en esos términos. “Esta batalla la estamos ganando”, arengó durante un acto en San Fernando. “La está ganando el pueblo argentino y eso es lo más importante”, siguió, en una nueva embestida contra las petroleras. La intensidad del conflicto, lejos de bajar, crece día a día. La secretaria de Defensa del Consumidor, Patricia Vaca Narvaja, presentó una denuncia contra las compañías por violación a la Ley de Defensa de la Competencia. Hugo Moyano, por su parte, avisó que la CGT está dispuesta a intervenir para defender “la actitud valiente del Presidente” y para evitar que “los grupos económicos sigan haciendo lo que quieran en el país”.
Pero las palabras más amenazantes volvieron a ser las de Kirchner. Shell y Esso “les están metiendo la mano en el bolsillo a los argentinos”, denunció. “Cuando le tocan el bolsillo al pueblo argentino –siguió– es deber del Presidente estar al frente defendiendo sus intereses como corresponde.”
Luego les dedicó un párrafo a los economistas ortodoxos, a los empresarios y a los medios que sostienen que la pelea con las petroleras ahuyentará inversiones. “Me dijeron: ‘Con ese discurso, Presidente, está espantando las inversiones’... Ahora, yo me pregunto, ¿qué argentino quiere inversiones a costa del pueblo? ¿Quieren repetir la década del ’90, quieren que vuelvan a saquear a la Argentina, que vuelvan a ponernos de rodillas?”, enfatizó. “No quiero estar un solo día como Presidente –terminó– declinando en la defensa de los intereses nacionales.” En ese mismo acto, Kirchner pidió el apoyo de la ciudadanía en las próximas elecciones para “seguir profundizando los cambios”.
Esso le respondió por primera vez. Su director de Asuntos Públicos, Tomas Hess, justificó el aumento de combustibles por el incremento del precio del petróleo a nivel internacional (ver aparte). Tanto esa empresa como Shell se mantienen firmes en su decisión del ajuste de precios. El Gobierno dio un paso más para forzarlas a retroceder. Vaca Narvaja hizo una presentación ante Defensa de la Competencia para que investigue el comportamiento de las petroleras. Defensa de la Competencia depende del secretario de Coordinación Técnica de Economía, Leonardo Madcur. No era necesario que otra funcionaria le elevara el caso, y el hecho que lo hiciera puso en evidencia las diferencias entre Kirchner y Roberto Lavagna con este tema. El ministro de Economía viene esquivando una definición sobre el boicot y la “batalla” contra las empresas.
“No está la figura de sanción por aumentos de precios”, aclaró Vaca Narvaja, para dejar en claro que no es su responsabilidad sancionar a las compañías. “Lo que mide el mercado y sus comportamientos es la Ley de Defensa de la Competencia”, agregó. En consecuencia, su repartición realizó una presentación ante de Defensa de la Competencia para que analice si hay violaciones a la ley. Sobre todo, en dos aspectos: qué ocurre en las localidades adonde “los ciudadanos no tengan opción o elección para cargar nafta en otras compañías” y si el contrato de las petroleras con las estaciones de servicio es abusivo. “Queremos que se investigue la situación de cautividad de los estacioneros que no pueden vender otra marca o tener un precio distinto.” “Es una situación que puede llegar a restringir e impedir la competencia”, insistió Vaca Narvaja. Las estaciones de servicio que venden combustibles de una marca realizan contratos con la petrolera proveedora que los liga por 10 o 20 años.
La funcionaria firmó ayer un convenio con la CGT para que ésta trabaje en la concientización de los derechos de los ciudadanos en su calidad de consumidores. Moyano dijo en esa oportunidad que la central sindical “apoyará la firmeza del Presidente de no permitir que esos grupos que manejaron la economía continúen haciendo lo que quieren” y señaló que la Argentina “se está normalizando y no tiene un gobierno títere ni se doblega ante los intereses financieros”.