El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) del mes de febrero, un adelanto sobre la progresión del PIB cuya evolución se difunde trimestralmente, mostró que si bien la economía crece más despacio, aún mantiene tasas interanuales importantes. Según informó el Indec, en febrero lo hizo al 8,6 por ciento y al 8,8 ciento si se compara el primer bimestre del año contra el mismo período de 2004. Cuando la comparación se realiza contra el mes anterior, el crecimiento fue de apenas el 0,1 por ciento, la mitad que la registrada en enero contra diciembre últimos.
Las cifras difundidas ayer sobre el comportamiento de la actividad están en línea con las previsiones del ministro Roberto Lavagna, quien estimó que en 2005 el PIB crecerá en torno del 6 por ciento. Cabe recordar que, a diferencia de los registros de los dos años anteriores, las bases de comparación ya no son los niveles de actividad deprimidos por la crisis.
Desde la conducción económica estiman que el buen desempeño de la producción continuará apoyándose en la mejora del consumo y la inversión. Y por supuesto, también en el aumento de las exportaciones.
Otro dato que resaltan desde el Gobierno es que, si bien en las etapas iniciales de la recuperación quien tiró del carro fue la industria, que desde el primer trimestre de 2002 y hasta febrero inclusive creció el 40,4 por ciento –a una tasa anual en torno al 12 por ciento–, desde el segundo semestre de 2004 la expansión alcanza a todos los sectores. De acuerdo con el Ministerio de Economía, estos movimientos fueron acompañados por el incremento de la Inversión Interna Bruta Fija, que si bien en gran parte se destinó a la Construcción, también fue para la adquisición de bienes de equipo durables.
Los sectores industriales que más se recuperaron desde comienzos de 2002 hasta el primer bimestre de 2005 inclusive fueron especialmente los trabajos intensivos: la industria textil, que creció el 188 por ciento, y la metalmecánica básica, que se expandió el 136 por ciento. En tanto, los despachos de cemento crecieron en el mismo período el 77 por ciento.
Sin embargo, el actual crecimiento del PIB no debe buscarse sólo al cambio de los precios relativos internos, sino también a la continuidad de un escenario internacional favorable. Aquí el dato básico fue el aumento de los precios de la mayoría de los productos que la Argentina exporta, en especial los de origen agropecuario. Ello motivó que las ventas al exterior crecieran el 16 por ciento el año pasado. Para 2005 se espera una suba algo menor: alrededor del 7 por ciento. La consultora Ecolatina consideró en su último informe semanal que las buenas perspectivas para las ventas al exterior se basan en el crecimiento que se esperan en los 8 principales destinos de las exportaciones locales. Adicionalmente, la consultora destaca que luego de la caída experimentada durante el segundo semestre de 2004, en lo que va del año el precio de las principales commodities locales se recuperó. Salvo el trigo, mejoraron los valores del petróleo, de la soja y sus derivados y del aluminio. Adicionalmente, la previsión es que a fines de 2005 las materias primas agrícolas coticen más del 20 por ciento arriba que un año antes.