Vie 29.04.2005

ECONOMíA

La baja de los productos primarios lima el superávit

El excedente comercial sigue siendo importante, aunque inferior al del año pasado. Es porque mientras aumentan las importaciones, los ingresos crecen menos por la caída en los precios internacionales.

Los datos del intercambio comercial argentino difundidos por el Indec volvieron a mostrar una reducción del superávit. Si bien el saldo de 2320 millones de dólares conseguido durante el primer trimestre todavía es elevado, entraña una baja del 14,5 por ciento en relación con el mismo período de 2004. El menor excedente se produjo a pesar del significativo aumento del valor de las exportaciones, que con 8273 millones de dólares crecieron el 13 por ciento, especialmente por las mayores cantidades vendidas y a pesar de la considerable baja de precios de los productos primarios y las Manufacturas de Origen Agropecuario (MOA). No obstante, la mejora de las ventas no alcanzó para contrarrestar el fuerte aumento de las importaciones, que con 5953 millones crecieron el 28 por ciento. Salvo con el Mercosur, concretamente con Brasil, el balance comercial fue favorable con todos los bloques comerciales.
La economía argentina vende más, pero compra aún más. En consecuencia, como viene sucediendo desde que la recuperación se consolidó, el saldo comercial continúa reduciéndose. Sin embargo, los datos del comercio exterior van más allá de este de por sí rico detalle. En tanto reflejo del tipo de inserción del país en el mundo, la composición y evolución del intercambio comercial refleja tanto el comportamiento de los sectores dinámicos de la economía como las potenciales limitaciones del actual modelo de crecimiento. En este sentido, podría afirmarse que el esquema de dólar alto comienza a dar lentamente sus frutos. Las exportaciones de base primaria crecieron en cantidades compensando en valor las bajas de precios. Un cambio cualitativo respecto de lo que sucedía en años anteriores, cuando la explicación de los mayores valores exportados provenía casi exclusivamente de los aumentos en las cotizaciones.
Así, el 13 por ciento de aumento de las exportaciones se explica por un aumento del 18 por ciento en las cantidades vendidas y una baja del 4 por ciento en los precios. Pero, a su vez, esta baja global se origina exclusivamente en la caída del 18 por ciento en productos primarios, compensada con ventas que aumentaron un impresionante 49 por ciento (en parte por la especulación en la liquidación de stocks de remanentes de la cosecha pasada) y del 14 por ciento en MOA. Vale aclarar que esta comparación se realiza contra un período, el primer trimestre de 2004, de precios record. Estos dos rubros, primarios y MOA, explican el 43 por ciento de las exportaciones totales.
En contrapartida, las Manufacturas de Origen Industrial (MOI) aumentaron sus precios el 20 por ciento, con suba en las cantidades vendidas del 6 por ciento. Este aumento hizo que las MOI alcancen el 30 por ciento de las exportaciones totales. En Combustibles y Energía, el cuarto y último gran rubro de las ventas al exterior, los aumentos fueron del 13 por ciento, aunque se trató del único sector que disminuyó las cantidades vendidas, un 8 por ciento, que no alcanzó para disminuir el valor total exportado.
El mejor desempeño de las MOI es también un dato positivo que puede atribuirse al “nuevo modelo”, aunque en contrapartida resulta evidente su baja complejidad en relación con los sectores dinámicos de la economía mundial, así como su alta dependencia de la importación de insumos intermedios y bienes de capital importados. Los bienes intermedios representaron el 41 por ciento de las importaciones del primer trimestre, en tanto que los bienes de capital junto a las Piezas y accesorios para bienes de capital sumaron otro 39 por ciento.
Otro punto que no puede dejar de considerarse es la desfavorable integración regional que el Mercosur indujo en el mercado automotor, situación que explica no sólo buena parte del déficit con Brasil sino, al mismo tiempo, buena parte de las importaciones en bienes de consumo y de capital e intermedios.
No obstante, resulta erróneo concluir que la dependencia del aparato productivo local de los insumos y bienes de capital del resto del mundo responde al vigor del aparato industrial. Gran parte de estos bienes de capital que se adquieren en el exterior son material de transporte, vehículos y de comunicación, especialmente celulares. Se trata de productos que se encuentran en el límite de ser considerados bienes de consumo, pero que se convierten en bienes de capital cuando son adquiridos por empresas.

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