Sin que por ahora haya despertado gran reacción entre las entidades de usuarios, las compañías de telefonía celular vienen facturando desde enero de 2001 a sus abonados distintos impuestos y tasas que no les corresponde pagar a los clientes sino a las propias empresas en forma directa. Esta irregularidad ya fue admitida por la propia Secretaría de Comunicaciones, que en mayo les reclamó, mediante resolución, a cuatro compañías (que entonces prestaban el servicio) devolverles a los clientes las sumas cobradas incorrectamente en los años 2001 y 2002 por el cargo destinado a Servicio Universal (uno por ciento sobre los ingresos) y la tasa de control y fiscalización (0,5 por ciento). Las empresas demandadas no sólo hicieron caso omiso al reclamo, sino que han seguido adelante con el cobro indebido, sólo que cambiando el concepto y el monto: desde 2003 hasta la fecha, ya no cobran el uno y medio por ciento señalado, sino que le facturan al cliente el 7,3 por ciento (también sobre los ingresos brutos) correspondiente a la tasa por uso del espacio radioeléctrico.
La tasa del Servicio Universal es un aporte vigente desde la privatización del servicio de telecomunicaciones, que alcanza al uno por ciento de la facturación total de las compañías, tanto de telefonía fija como celular. Es una contribución directa de las compañías y, por lo tanto, no trasladable a la factura para el cliente. Hasta el 2000 ése fue el criterio admitido por todas las compañías, pero desde el 1º de enero de 2001 coincidieron en empezar a discriminarlo en la factura, junto al 0,5 por ciento por tasa de fiscalización.
La Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) intimó, en marzo de 2001, a las cinco compañías de telefonía móvil que operaban entonces (Movicom, Unifón, Personal, Nextel y CTI) a dejar de cobrar esos importes y devolver los que hubieran percibido. Pero no tuvo eco. La Secretaría de Comunicaciones dictó ese mismo año una resolución ratificando la postura de la CNC en cuanto a que no correspondía la facturación de las referidas tasas, pero curiosamente no se pronunció respecto de la devolución del dinero cobrado. Más curiosa aún resultó la reacción de las empresas: dejaron de facturar los conceptos aludidos, pero lo reemplazaron por el rubro “Otros cargos”, por un similar 1,5 por ciento de la facturación neta y sobre el que, en un apartado, aclaraban igualmente que se trataba del cargo por Servicio Universal y la tasa de fiscalización.
El monto acumulado por el conjunto de empresas de celulares por dichos conceptos entre 2001 y 2002 ascendería, aproximadamente, a 50 millones de pesos, según estimaciones privadas. Esto es lo que reclama ahora la Secretaría de Comunicaciones que les sea devuelto a los clientes. Lo que por ahora no fue reclamado por la secretaría es lo que las empresas cobraron indebidamente a partir de enero de 2003. En esa fecha cambiaron una vez más el criterio de facturación: de las boletas desapareció el concepto Otros cargos, pero empezaron a facturar la tasa por uso del espacio radioeléctrico, de nada menos que el 7,3 por ciento de la facturación neta. Como, además, en estos últimos años la facturación del sector creció en forma aritmética, la magnitud de lo cobrado abusivamente a los clientes es varias veces superior a lo reclamado por los períodos 2001 y 2002.
La resolución de la Secretaría de Comunicaciones, de mayo de este año, instruye además a la CNC que inicie acciones legales contra las empresas que no dispongan la devolución de los importes reclamados. Pero pasados ya tres meses, ninguna de las firmas acató. Mientras tanto, siguen cobrándoles a los usuarios un cargo del 7,3 por ciento que, por derecho, también deberán devolver alguna vez.