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La italiana Fiat resolvió reducir al mínimo su producción en la Argentina durante los años 2002 y 2003, al tiempo que planea multiplicar la de Brasil, plataforma para exportar a otros países de Sudamérica. La noticia, difundida por el encargado de Latinoamérica de esta multinacional, Gianni Coda, se conoció al mismo tiempo que Ford Internacional anunciaba una fuerte reestructuración que incluye 35 mil despidos en todo el mundo, alrededor de un 10 por ciento de la fuerza total de trabajo, la mayor parte de ellos en Estados Unidos.
Fiat tomó su decisión después de una drástica caída de las ventas en el mercado local, que el año pasado llegaron a sólo tres mil unidades, contra las treinta mil producidas: el resto fue directamente a abastecer al mercado brasileño. Para el año próximo la intención de la firma es producir en Argentina no más de 12 mil unidades, ya que sus proyecciones respecto a la evolución del mercado doméstico son muy pesimistas. Por el contrario, Fiat prevé incrementar en los próximos dos años su producción de 25 mil unidades a cerca de 50 mil en territorio brasileño, desde donde planea abastecer a otros mercados como Ecuador y Colombia. “Con esta estrategia vamos a enfrentar un período mínimo de dos años que tardará la economía argentina en superar la recesión”, comentó Gianni, en alusión al freno que impondrán sobre la producción en el país. Aunque la terminal no lo precisó, es factible que esta decisión profundice el plan de suspensiones que ya viene afectando al personal desde hace tiempo, a semejanza de lo que ocurre en otras automotrices, todas golpeadas por la fuerte recesión de más de tres años.
Más drástica aún resulta la determinación de Ford de reestructurar toda la compañía, en busca de las utilidades que no tuvo durante el último ejercicio. Con este propósito, informó ayer que clausurará cinco plantas en Estados Unidos y Canadá, aplicará una reducción importante en otras once y achicará sólo parcialmente a otras nueve. Con este repliegue prevé limitar su actual producción de 5,8 millones de unidades anuales a sólo 4,8 millones de unidades. Este plan significa que se eliminarán 35 mil puestos de trabajo, de los cuales 22 mil corresponden a las plantas radicadas en los Estados Unidos y Canadá. Wiliam Clay Ford (bisnieto de Henry Ford) advirtió ayer que será “un proceso doloroso para los asalariados, pero necesario para encontrar el camino del beneficio”. Con aquellas modificaciones, la automotriz prevé reducir costos en 9000 millones y acercase así a la meta de disminuir sus pérdidas, desde ahora a mediados de la actual década. Las automotrices sufren los efectos de la recesión norteamericana, a raíz de la cual las ventas del sector disminuyeron durante el 2002 entre el 1 y el 10 por ciento según las marcas. Pero esta caída podría llegar al 15 por ciento durante el año en curso, debido a que los atentados del 11 de septiembre acentuaron el parate económico insinuado antes de que los aviones se incrustraran en las Gemelas.