Los salarios registraron en noviembre una suba promedio de 1,4 por ciento acumulando una mejora de 17,7 por ciento en los primeros once meses del año pasado, según informó ayer el Indec. La cifra casi duplica la inflación del mismo período, dándole continuidad a la recuperación del salario real iniciada en 2005, luego de un lapso de fuerte crisis en que los sueldos habían perdido sistemáticamente la carrera contra los precios.

El ingreso de los trabajadores “en negro” lideró el aumento mensual con un 2,8 por ciento. En segundo lugar quedaron los empleados públicos con 1,9 y terceros los sueldos del sector privado registrado con 0,8 por ciento. La novedad es que 2006 va camino a convertirse en el primer año desde la devaluación en que los trabajadores informales encabecen la recuperación salarial.

El aumento del salario mínimo y las sumas fijas concedidas por el Gobierno a partir de 2002 beneficiaron fundamentalmente a los trabajadores en blanco del sector privado quienes entre diciembre de 2001, y el mismo mes de 2005 habían incrementado su ingreso un 89,2 por ciento contra apenas un 30,9 por ciento de los informales y un 25 por ciento de los empleados públicos. El año pasado la tendencia se revirtió y entre enero y noviembre la suba del salario no registrado fue de 20,3 por ciento, mientras que los registrados quedaron segundos con un 17,8 por ciento y los estatales terceros con una mejora de 15,4 por ciento.

Más allá de la posición en el ranking, todos estos grupos obtuvieron una mejora real de sus ingresos, pues entre enero y noviembre la inflación minorista que releva el Indec había arrojado una suba de 8,8 por ciento, menor a la del mismo período de 2005 debido a la intervención que viene realizando el Gobierno en los mercados al impulsar acuerdos de precios sectoriales.

En el Ministerio de Trabajo destacaron a Página/12 que la mejora salarial de los informales obedece a una combinación de factores entre los que se destaca la suba del salario mínimo, pues “es muy difícil para un empleador pagar menos del mínimo a los no registrados en un contexto de aumento de la desocupación y del blanqueo”. El especialista aseguró que “la recuperación de ese grupo empezó más tarde, pero luego sus ingresos comenzaron a evolucionar a la par del salario de los registrados, como es habitual cuando se analizan series estadísticas largas”. Ahora incluso los informales sacaron una leve ventaja, aunque las previsiones oficiales indican que los salarios registrados y no registrados deberían evolucionar de manera pareja.

Si se analiza la situación más allá de la coyuntura actual, los salarios en blanco del sector privado continúan encabezando la recuperación con un incremento de 123 por ciento desde el período base (octubre-diciembre de 2001), que se ubicó por encima del aumento promedio obtenido por el conjunto de los trabajadores (86,3 por ciento) y les permitió ganarle a la inflación minorista por más de 30 puntos. Muy diferente es la realidad de los no registrados y de los estatales, quienes consiguieron incrementos de apenas 57,5 y 44,3 por ciento, respectivamente en el mismo lapso, perdiendo una parte sustancial del poder adquisitivo que tenían antes de la devaluación.

La política de acuerdos de precios impulsada por el Gobierno desde fines de 2005 ayudó a revertir esa tendencia en los últimos meses, pero aún no pudo modificar los resultados de la serie completa. En el Ministerio de Economía apuestan a que la recuperación del salario real continúe durante este año, pero todo indica que será a un ritmo más lento, pues la pauta que se busca instalar como referencia en las negociaciones salariales entre privados es de 13 por ciento, apenas un par de puntos por encima de la inflación proyectada.