“Tenemos el mandato de las bases de no ceder. Podemos hacer cualquier cosa menos traicionarlas”, advirtió el vicepresidente de Federación Agraria, Ulises Forte, en diálogo con Página/12. Palabras más, palabras menos, la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) transmitieron la misma versión. Salvo que aparezca una oferta del Gobierno de última hora, un llamado salvador, esas entidades aprobarán hoy la continuidad del lockout contra las retenciones móviles. Las opiniones son menos uniformes respecto de los plazos: algunos proponen seguir una semana más, otros 20 días y los más enardecidos, declararlo por tiempo indeterminado. Pero el bloque que arrancó con la medida de fuerza hace una semana corre riesgos de desgajarse, ya que Coninagro duda en seguir adelante.

El Gobierno siguió plantado en descartar cualquier cambio en el nuevo esquema de retenciones. Sin embargo, empezó a moverse para restar argumentos a las cámaras ruralistas. Anunció un acuerdo con los proveedores locales de fertilizantes para rebajar sus precios un 20 por ciento (ver aparte) y avanzó en el diseño de un plan para disminuir los costos de la producción agrícola. Es una respuesta a las entidades del campo, que se quejan de que las retenciones les congelan los precios mientras que no se hacía nada con la curva de costos.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, insinuó un gesto de acercamiento: “Sería formidable que nos pongamos a trabajar para adelante”, declaró, aunque insistió en que “las retenciones no se van a revisar”. “Lo que el país necesita no son estos paros. No nos gusta que nos extorsionen con una medida de fuerza”, protestó. Aun así, sugirió que el Gobierno y las entidades deberían estar reunidas “para ordenar los problemas del campo”. Por la noche, el ministro Martín Lousteau repitió el discurso. Dijo que el Gobierno está dispuesto a dialogar “hacia adelante”, sin tocar las retenciones.

Los ruralistas se mostraron poco receptivos a esas invitaciones. La única alternativa para levantar la protesta es que el Gobierno desactive el mecanismo de retenciones móviles, afirmaron. La multiplicidad de cortes de rutas y manifestaciones en distintas provincias los envalentonaron. Hubo piquetes y movilizaciones en la autopista Buenos Aires-Rosario, en Córdoba, Santa Fe, Mar del Plata, Mendoza, Chaco, Formosa y Salta. “Se movilizaron 40.000 productores en todo el país”, estimó Forte, de Federación Agraria.

Para hoy está previsto un acto masivo en la Ruta 9, a la altura de Villa Constitución, y en San Pedro, con la participación de esa entidad y de CRA. Por la tarde, los dirigentes de las cuatro entidades mantendrán una reunión o conversarán por teléfono para decidir los próximos pasos. La presión está puesta sobre Coninagro, cámara en la que SanCor ejerce una influencia determinante. La cooperativa se encuentra en una encrucijada, dado que necesita la ayuda del Poder Ejecutivo para coordinar acciones que le permitan superar una situación financiera difícil, y al mismo tiempo rechaza los cambios en las retenciones como las demás entidades del campo.

Sociedad Rural se inclina por seguir el lockout unos días más, pero considera que declararlo por tiempo indefinido –como postulan FAA y CRA– puede resultar contraproducente. También rechaza alguna sugerencia apenas esbozada de realizar un tractorazo a Plaza de Mayo. Le preocupa que se produzcan situaciones de desabastecimiento y que la opinión pública les cargue la responsabilidad. Luciano Miguens, presidente de Sociedad Rural, repitió ayer que la protesta no busca desabastecer de carne. “Lo único que queremos es despertar la atención” sobre el motivo del reclamo, remarcó.

Trabajadores del gremio de la carne aseguraron que los frigoríficos tienen reservas en sus cámaras que alcanzarían para cubrir la demanda interna por los próximos 30 días. Otras fuentes del mercado acortan los plazos a la mitad e incluso algo menos. Ayer ingresaron apenas 95 cabezas al mercado de Liniers. Tranqueras adentro, los productores del campo siguieron trabajando. La inactividad fue casi total en el envío de carne a Liniers y en los remates de feria, lo mismo que en el traslado de granos a los puertos. Desde los tambos, en cambio, continuó el envío de leche a las usinas, pero los participantes de la protesta advirtieron que grupos de productores impedirían la salida de camiones desde las industrias.