La Reserva Federal autorizó a American Express a convertirse en un banco comercial para que pueda acceder al socorro del Estado. Por la caída en el consumo y las dificultades de los clientes para pagar las cuotas, la compañía de tarjetas de crédito atraviesa una situación de ahogo financiero. La firma se suma a los bancos de inversión Goldman Sachs y Morgan Stanley, que pasaron a ser bancos comerciales para acceder al plan de rescate lanzado por el gobierno. Al Tesoro sólo le quedan 60 mil millones de dólares de los primeros 350 mil millones anunciados. A medida que se suman pedidos de rescate –AIG incrementó su paquete en 150 mil millones, GM presiona para conseguir financiamiento y Fannie Mae, que ya acordó 100 mil millones, podría llegar a solicitar más dinero– aumenta la presión sobre Paulson para que solicite al Congreso los restantes 350 mil millones.