Para los fondos de pensión chilenos no hubo una opción ni local ni extranjera que les permitiera mejorar la performance de su portafolio. Según informó la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pensiones, las empresas perdieron en el último año 21.866 millones de dólares, lo que equivale al 23 por ciento del capital administrado.

El quebranto acumulado por todo el sistema sería aún mayor si ese resultado se computara junto al que ya venía registrando previamente: en este caso la pérdida de los aportantes suma 70.227 millones de dólares, según informó la Superintendencia.

Esta fuente oficial explicó los resultados recientes por el retorno negativo de las inversiones en instrumentos de renta variable en el exterior, cuya participación varía entre el 54,8 por ciento de los activos totales del Fondo A, al 7,8 por ciento del Fondo D. Pero el mismo resultado adverso se produjo en las inversiones en acciones de empresas locales.

Las cinco modalidades en las que se dividen estos fondos, según el nivel de riesgo de sus inversiones, presentaron variaciones negativas, aunque más atenuadas que las anotadas en septiembre y octubre, precisó un informe de la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Pensiones.

El Fondo A, que es el de mayor riesgo, se anotó en noviembre una rentabilidad negativa del 0,32 por ciento, mientras el B perdió un 0,56 por ciento, el C un 0,43 por ciento, el D un 0,33 por ciento y el E, que es el de menor riesgo, cayó un 0,27 por ciento. El nivel de riesgo de cada uno se mide por la proporción de sus inversiones en instrumentos de renta variable, que en el caso del fondo A llegan al 80 por ciento del total.