ECONOMíA
• SUBNOTA › LAVAGNA INICIA EL DOMINGO UNA GIRA CON TRES OBJETIVOS CLAVES
Viaje a Europa con una agenda pesada
Roberto Lavagna iniciará el domingo una gira por Europa, con una agenda pesada. El ministro tiene tres objetivos en mente: buscar consenso entre los gobiernos europeos para que apoyen la posición argentina en el directorio del FMI; tranquilizar a los acreedores privados que amenazan con una avalancha de juicios contra el país; y negociar con las casas matrices que controlan los servicios públicos privatizados ajustes tarifarios más moderados. Todo eso, en un momento crítico de las relaciones con los organismos internacionales.
Ayer, el Ministerio de Economía confirmó oficialmente que Lavagna partirá rumbo a Francia, tras lo cual tiene previsto visitar Alemania, Italia, y España, aunque el viaje podría extenderse también a Inglaterra.
Los temas en la agenda son múltiples. Primero, el Gobierno necesita del decisivo apoyo de los países europeos para destrabar la negociación con el Fondo Monetario en el directorio del organismo. De hecho, Francia, Alemania e Inglaterra, suman más del 15 por ciento de las acciones del FMI y si se cuentan Italia y España superan el 20 por ciento. Estados Unidos detenta un 18 por ciento, y el resto está distribuido entre más de 170 países.
Italia, España y, en menor medida, Francia, son aliados del gobierno argentino. Pero Alemania es uno de los países que más se opone a que el Fondo selle un acuerdo con la administración Duhalde. El gobierno germano presiona por un resarcimiento para la empresa Siemens –que reclama unos 600 millones de dólares– después de que la gestión De la Rúa anulara el multimillonario contrato de los pasaportes y cédulas de identidad. Pero además, una cantidad importante de ciudadanos alemanes son tenedores de títulos de la deuda pública argentina, hoy en default.
Justamente, la segunda tarea de Lavagna será intentar calmar a éstos acreedores privados, que amenazan con echar a rodar una avalancha de juicios sobre el Estado argentino, para exigir el pago de esos bonos. Además de los inversores alemanes, también son fuertes los inversores italianos: se calcula que existen unos 200.000 ahorristas de esa nacionalidad que compraron títulos de la deuda argentina. Más aún, el segundo mayor banco privado de Alemania, el Hypo-Vereinsbank, está impulsando la formación de una sociedad que reagrupe a los tenedores europeos de bonos del Tesoro argentino.
Hace dos semanas, el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, reinicio el diálogo con dichos acreedores privados, en un viaje relámpago que debió realizar a Alemania. Pero ahora los acreedores exigen la presencia en persona del ministro de Economía y un plan de renegociación de la deuda. En el equipo de economía aseguran que dicha renegociación debe comenzarse formalmente una vez firmado el acuerdo con el Fondo. Pero, igualmente, ya fue publicado en el Boletín Oficial un decreto que crea el marco regulatorio para la designación de uno o varios bancos de inversión que deberían actuar como intermediarios en ese proceso. Además, los funcionarios de Lavagna ya dejaron trascender que el Gobierno propondrá una fuerte quita en el capital de la deuda (podría llegar al 70 por ciento) como condición necesaria para reiniciar los pagos.
El tercer tema clave en la agenda ministerial será mantener contactos con las casas matrices de las empresas (francesas, españolas e italianas) que controlan los servicios públicos privatizados en Argentina. Dichos holding presionan, con el respaldo del FMI, por un fuerte ajuste tarifario –la propuesta oficial del Fondo habla de un 30 por ciento. Pero Lavagna ya dijo que sólo está dispuesto a autorizar un incremento de tarifas del 10 por ciento en diciembre y de otro tanto en marzo. Además, ratificaría su decisión de mantener una “tarifa social”, es decir de no permitir aumentos para los sectores de menores recursos y consumos.
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