ECONOMíA
• SUBNOTA › LOS EXPORTADORES DE CRUDO DEBERAN TRAER TODAS LAS DIVISAS
Habrá marea de dólares color petróleo
› Por Julio Nudler
Después de demorar durante meses una respuesta, el Banco Central comunicó anteayer a las asociaciones de bancos, ABA y Abappra, que las petroleras deben liquidar la totalidad de las divisas que obtienen de sus exportaciones, y no solamente el 30 por ciento, como se les había concedido en 1989 (decreto 1589 de ese año) en el contexto de la desregulación sectorial. Esto implica que Repsol-YPF y las otras compañías que exportan petróleo y gas tendrán que triplicar holgadamente los dólares que venden en el mercado. En números, deberán liquidar en la plaza cambiaria local unos u$s 200 millones adicionales por mes, pero serán muy pocos los que podrán luego recomprar con los pesos recibidos, ya que los controles vigentes limitan a 100.000 dólares mensuales las adquisiciones por empresa. Unico consuelo: esos pesos no quedarán atrapados en el desmantelado corralito.
El impacto causado por la novedad entre las compañías petroleras aumentará su presión sobre el Gobierno para que éste dicte por decreto un nuevo régimen especial, inclinándose por alguno de los diversos proyectos en danza. Se supone que las nuevas reglas de juego serán algo más duras que las ahora caducadas, pero no al punto de exigir la liquidación en plaza del total de las divisas. En realidad, el BCRA parece haber retenido su pronunciamiento a la espera de un decreto de la Casa Rosada, pero finalmente, al ver que no aparecía, optó por cumplir con su demorado deber de aclarar la cuestión. En este sentido, algunas fuentes vinculan el asunto a la renuncia de Aldo Pignanelli, sosteniendo que éste no habría querido irse en falta.
Una vez declarada por ley en enero la emergencia económica, algunos bancos habían pedido instrucciones al Central para saber si seguía o no en pie el régimen especial de liquidación de las divisas del petróleo. La cuestión fue derivada a la Procuración del Tesoro, cuyo dictamen fue adverso a las petroleras. Sin embargo, el Gobierno se involucró en una compleja negociación con el lobby sectorial, que fue perdiendo temperatura cuando el precio del dólar se estabilizó. La oferta de divisas por los exportadores dejó de ser la máxima obsesión oficial.
Uno de los grandes interrogantes que ahora se plantean es si la obligación de ingresar el ciento por ciento de los dólares se retrotrae a comienzos de año. En principio, fuentes consultadas por Página/12 aseguraron ayer que las petroleras podrán omitir gran parte de esas liquidaciones no realizadas, justificándolas por la aplicación de divisas a compras de insumos y otros conceptos. Sin embargo, el tema no ha sido aclarado. Todo lo que hicieron los abogados del BCRA fue plegarse al criterio adoptado por el procurador Rubén Citara, jefe de los máximos letrados del Estado.
Ahora, y mientras no haya nuevo decreto, las petroleras se verán empapeladas de pesos, dado que disfrutan de un flujo de caja enormemente positivo, fruto de varios parámetros envidiables: un tipo de cambio elevadísimo, altos precios del crudo en el mundo y, también, precios significativamente recompuestos para los combustibles en el mercado interno. También les sobra el dinero porque están invirtiendo mucho menos. Todo esto explica que hasta ahora les haya bastado traer al país apenas un 30 por ciento de los dólares para cubrir sus necesidades internas. Un cuadro de asombrosa holgura, en medio de la penuria económica general.
Nota madre
Subnotas