El papa Benedicto XVI y los gobiernos de Francia, Brasil y Bolivia expresaron ayer sus condolencias por el choque de tren en la estación Once, en el que murieron 50 personas y más de 700 resultaron heridas. El Papa dijo estar “profundamente afligido” por la tragedia ferroviaria y ofreció “fervientes sufragios al Todopoderoso por el eterno descanso de los fallecidos”. En tanto, los gobiernos de Francia y Brasil se sumaron a las expresiones de dolor enviadas por España, Estados Unidos, el Reino Unido y México. El portavoz adjunto del Ministerio de Relaciones Exteriores francés, Romain Nadal, declaró que se enteraron “con viva emoción de las consecuencias trágicas del accidente ferroviario”. “Nuestros primeros pensamientos son para las familias y los allegados de las personas fallecidas”, agregó. El canciller de Brasil, Antonio Patriota, llamó por teléfono a su par argentino, Héctor Timerman, a quien le transmitió “la solidaridad y el pesar de Brasil” por el accidente. El presidente de Bolivia, Evo Morales, envió una carta a la Presidenta. “A nombre del gobierno y del pueblo de Bolivia, reciba mis más sentidas condolencias y pesar por tan irreparables pérdidas”, afirmó.