La reforma que se aprobaba esta madrugada modifica la Carta Orgánica del Banco Central y elimina los resabios de la Ley de Convertibilidad vinculados con las reservas. Los cambios amplían los objetivos y funciones del organismo. Las siguientes son las principales modificaciones y su alcance.

- Mandato. El BCRA pasa a perseguir objetivos múltiples. La estabilidad de precios, meta única y exclusiva instalada en 1992, está acompañada por “el desarrollo económico con equidad social, el empleo y la estabilidad financiera”. La modificación no implica que el BCRA dejará de “preocuparse” por la inflación, sino que elimina la visión monetarista del fenómeno donde el único causante de los aumentos de precios son la emisión monetaria y el exceso de la demanda.

- Reservas. El proyecto modificó la obligación de mantener una relación directa entre el dinero y los depósitos de la economía y la cantidad de reservas internacionales. El directorio del Banco Central deberá determinar un nuevo parámetro para el “nivel óptimo” de reservas que garantice el normal funcionamiento del mercado cambiario tomando en consideración la evolución de las cuentas externas. Cuando el stock de divisas supere ese nivel, las reservas podrán ser aplicadas al pago de vencimientos de la deuda externa. Todavía no está definido cuál será el mecanismo para establecer las reservas óptimas.

- Crédito. En Argentina el crédito representa solamente el 14 por ciento del PIB, se trata de un nivel bajo en términos históricos y a nivel regional. Las modificaciones permiten que la autoridad monetaria recupere un rol activo en la promoción del crédito productivo de largo plazo. Para eso, podrá regular las condiciones de los préstamos: extender plazos, fijar techos para las tasas de interés, limitar los montos de las comisiones y direccionar las líneas hacia distintos sectores de la actividad, entre otras nuevas funciones.

- Financiamiento al Tesoro. El BCRA podrá financiar al sector público a través de un instrumento denominado adelantos transitorios por un monto que asciende hasta el 12 por ciento de la base monetaria más el 10 por ciento de la recaudación de los últimos doce meses. A su vez, en situaciones excepcionales, el organismo podrá recurrir a un 10 por ciento adicional de la recaudación de los últimos 12 meses. En números, este año implicaría la posibilidad de acceder a 45 mil millones adicionales a los 17 mil que hoy puede transferir.

- Regulación. Distintas actividades que tienen efectos sobre el sistema financiero, como las empresas dedicadas al pago de servicios, las firmas que envían remesas al exterior, las compañías de clearing bancario y las transportadoras de caudales, pasarán a estar bajo la órbita normativa del BCRA. Son sectores que hasta ahora contaban con marcos regulatorios vagos o directamente no estaban controlados.